Canedo pedirá a la Junta y al Estado que auditen el consistorio de Camponaraya
El alcalde socialista reta a los tres portavoces de la oposición a que «acudan a los tribunales» y asegura que si en quince días no rectifican él recurrirá a sus abogados
«Presentaré una moción para solicitar al Tribunal del Cuentas del Estado y al Consejo de Cuentas de la Junta una auditoría del Ayuntamiento de Camponaraya y cuando lleguen los resultados los daré a conocer». Así de contundente se mostró ayer el alcalde Antonio Canedo, después de que los portavoces de la oposición le acusaran de formar parte de una trama urbanística y de que el Ayuntamiento está inmersos en varios juicios.
«Lo tienen fácil porque políticamente lo aceptable es que lo metan por los tribunales», apuntó el regidor socialista que aseguró que el discurso que emplean los portavoces del PP, el PB e IU «es falso, son lindezas para fastidiar», porque según Canedo «han iniciado una campaña de acoso y derribo» contra su persona.
Canedo señaló que el Ayuntamiento no tiene ningún juicio por irregularidades administrativas y planteó la dos mociones para demostrar «que no hay nada que explicar de las cuentas, porque todo se ha presentado en tiempo y forma». El regidor añadió que al ser Camponaraya un municipio de menos de cinco mil habitantes «todas las recalificaciones urbanísticas las hace y aprueba definitivamente la Junta de Castilla y León».
El alcalde de Camponaraya dio quince días de plazo a los tres portavoz de los grupos políticos de la oposición «para que rectifiquen. Si en estos días no dicen nada recurriré a los abogados para que inicien los procedimientos legales que consideren oportunos». El socialista precisó que en sus acusaciones los políticos de la oposición «se han metido en lo personal» y que «falta la primera vez que una administración haya advertido al Ayuntamiento de Camponaraya».
El portavoz de IU, Marcos Cubelos, entró al salón de plenos durante la rueda de prensa. A pesar de que el alcalde le solicitó que saliera, el miembro de la oposición decidió sentarse en los bancos reservados para el público tras un pequeño rifirrafe con Canedo, alegando que era un acto público.