Pilas de hasta 40 metros de profundidad para sujetar el nuevo viaducto
Las obras de la nueva infraestructura del Castro aprovechan el verano para acabar la ‘zona cero’ del doble derrumbre en la A-6
El nuevo viaducto del Castro, en la A-6, va camino de convertirse en el más seguro de España con una sujección a la montaña que no es común en la construcción de estas grandes infraestructuras. Y es que algunas de las pilas que sujetarán la ‘zona cero’, donde hace dos años se vinieron abajo hasta tres tableros, contarán con pilas de hasta 40 metros de profundidad, tanto como un edificio de 16 pisos. Tanto es así que el río Valcarce ha bajado turbio algunos días por el efecto de los sondeos.
El ritmo de construcción en el mayor incidente de la historia de la Ingeniería española va en aumento para aprovechar el verano y llegar a tiempo para cumplir con la fecha que puso el ministro Óscar Puente para abrir el nuevo viaducto: finales de este año 2024.
En estos momentos se trabaja justo en la zona crítica, donde se vino abajo la estructura en junio de 2022 por dos veces. Para la ejecución de las nuevas pilas que sujetarán los tableros se están utilizando máquinas especiales de sondeo con el fin de colocar el mallado antes de hormigonar. Esas pilas tienen más de dos metros de largo y algo menos de ancho y su objetivo es reforzar toda la estructura para evitar que se repita el colapso, cuyas causas definitivas aún están pendientes de ser plasmadas por escrito en un informe final.
Finales de año
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana presentó en noviembre de 2022 los informes provisionales sobre las causas del colapso de los vanos 1 y 3 del viaducto del Castro. Las conclusiones preliminares de los estudios apuntaron a un conjunto de «eventos» que propiciaron el derrumbe tras las actuaciones de hidrodemolición llevadas a cabo para el saneo y refuerzo de las losas de continuidad entre vanos. «Esta acción combinada con una característica del hormigón inferior a lo previsto debido a una situación de degradación del material mayor de lo esperado propició el colapso de los vanos afectados», argumentó el entonces secretario general de Infraestructuras.
Las obras se están ejecutando con la seguridad como primera premisa por parte del Ministerio, y de hecho no se han producido incidentes reseñables desde que se iniciaron, en el otoño de 2022, con el desmontaje de la zona afectada por el doble derrumbe.
De momento, está abierto un carril con restricciones de velocidad en sentido Madrid por el nuevo viaducto que también se construyó nuevo, pese a no verse afectado por la caída de los tableros. El otro carril sigue ocupado por las máquinas como apoyo a las obras y ya se prevé que así continuará hasta la apertura completa de la autovía.
Los informes elaborados por MC2 e Ideam, que se sirvieron de más de 377 ensayos de resistencia de materiales, coincidieron en que no se puede establecer una causa única, ni principal, del colapso y que los trabajos de hidrodemolición iniciados para rehabilitar el viaducto «pueden haber sido una causa necesaria pero no suficiente para justificar el derrumbe». De ahí que en la construcción del nuevo viaducto haya primado ese reforzamiento de las pilas en la ‘zona cero’ por si existió también una causa geológica.
La reconstrucción del viaducto ha dejado de ser en los últimos meses campo de batalla político para pasar a una nueva fase en la que todos aguardan ya el final de las obras. Todos menos Piedrafita, que ha visto como sus negocios están teniendo una época de mucha actividad.