Una marcha a Atapuerca recuerda el título de Patrimonio de la Humanidad
Uno de sus codirectores vaticina un gran futuro como «legado de progreso»
Más de 600 personas caminaron ayer para conmemorar el décimo aniversario de la declaración.
Más de 600 personas caminaron ayer desde las localidades burgalesas de Atapuerca e Ibeas de Juarros participando en la Marcha a los Yacimientos de Atapuerca que conmemora el décimo aniversario de la Declaración de Patrimonio de la Humanidad. Esta edición cobró un especial sentido, ya que se rindió homenaje al «padre de los yacimientos», Emiliano Aguirre, que no pudo acudir a la celebración por motivos de salud, según confirmaron fuentes de la organización a Ical.
Como cada 28 de noviembre de hace ahora ocho años, la Sierra de Atapuerca se quedó pequeña para acoger una marea humana de personas comprometidas con el significado que los yacimientos prehistóricos tienen para los vecinos de estas localidades situadas a escasos diez kilómetros de la capital burgalesa. Una fecha especial, ya que ha pasado una década desde que fuese nombrada Patrimonio de la Humanidad, en la que se han visto culminados muchos proyectos como la apertura del Complejo de la Evolución Humana, en la capital.
«Hoy es un gran día», declaró uno de los codirectores de los yacimientos Eudald Carbonell, quien consideró que durante estos años «la sociedad se ha concienciado de que este es un gran proyecto para nuestra especie». Carbonell ha sido testigo estos años de la importancia y la revolución que ha supuesto la divulgación de un proceso de conocimiento científico «que no se acabará hasta que se agoten los últimos fósiles». En este sentido, el paleontólogo entiende que «estos yacimientos continuarán centenares de años ofreciéndonos nuevos avances que aumenten el conocimiento de la especie humana».
Aunque la revolución de Atapuerca comenzó a vislumbrase en los años 80, no fue hasta finales de los 90 cuando la sociedad en su conjunto comenzó a tomar conciencia de los secretos que se albergaban en este paraje burgalés. José Manuel Romo y Fernando Gómez, alcaldes de Ibeas de Juarros y Atapuerca, repectivamente, han sido testigos durante estos años de las grandes oportunidades que se abrieron en el año 2000 cuando la Unesco unió a su lista de Patrimonios de la Humanidad a esta sierra burgalesa.
Comenzó entonces un abanico de oportunidades turísticas y hosteleras que culminará en los próximos meses con la apertura del Centro de Recepción de Visitantes, cercano a los yacimientos.
Romo señaló que «los habitantes y los turistas están cada vez más concienciados con la importancia que tienen estos yacimientos», por lo que confía que en un futuro puedan hacerse «más cosas». Los vecinos de la localidad que dirige han visto cambiadas sus vidas, con la llegada de turistas.