Herrera califica de «ridículo espantoso» el cierre de Garoña
La Junta pide al Gobierno que revise su «caprichosa» intención
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, calificó de «ridículo espantoso» la postura que está adoptando el PSOE en la Comunidad al respaldar la «obcecación caprichosa» del Gobierno de mantener el cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) en el año 2013, según Ical. Para Herrera, la aprobación en el Congreso de una enmienda con el respaldo de los grupos políticos supondría una «extraordinaria oportunidad» para que el Ejecutivo central reconsiderará su «caprichosa» decisión.
El jefe del Ejecutivo autonómico apuntó que la decisión de cerrar Garoña fue un «capricho» del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en momentos de «seria dificultad» económica, a pesar del informe técnico «de supervisión, garantía y tranquilidad» del Consejo de Seguridad Nuclear, que señaló que la central podría «perfectamente» continuar en vida activa durante los próximos diez años.
A juicio de Herrera, el mantenimiento de la actividad de la central nuclear no sólo resulta un aporte para el sistema eléctrico, sino el «mantenimiento» de una actividad «irremplazable» en el norte de Burgos y de la Comunidad, pero sobre todo permitiría la «supervivencia» de un millar de puestos de trabajo, cuya supresión sería «un capricho muy caro», señaló.
Con las máximas garantías. A pesar de que el cierre de Garoña se fijó en un Consejo de Ministros, el presidente de la Junta consideró que puede producirse «una decisión en otro sentido», algo a lo que ya ha animado al presidente del Gobierno en varias ocasiones, tanto de manera pública como mediante una carta remitida el pasado 21 de enero, al entender que se trata de «sentido común».
En el caso de que se mantuvieran los términos, Herrera aclaró que la Junta no pretendería que la central de Garoña sobreviviera «más allá de 2013», aunque si el Consejo de Seguridad establece las garantías de que no existe ningún tipo de riesgo para el entorno ni para el medio ambiente, insistió en que se trata de la «gran oportunidad» para reconsiderar una decisión «desdichada» y garantizar, no sólo el aporte al sistema energético, sino también el mantenimiento de un millar de puestos de trabajo.