Medallas para honrar el dolor
Las víctimas del terrorismo, 22 de León, recibirán mañana un homenaje demanos del delegado del Gobierno al que asistirá la presidenta nacional de la AVT
La batalla del dolor que sufren las víctimas del terrorismo es uno de los sucesos más trágicos para una familia. Su dolor no prescribe. Son víctimas que han sufrido en sus propias carnes el azote de la violencia terrorista indiscriminada. Sean víctimas de la banda terrorista de ETA o de otros actos violentos, a todas ellas les vincula el dolor del ataque perpetrado por el terrorismo de quienes intentan amedrentar a la sociedad y claudicar de su derecho de libertad. A día de hoy un reconocimiento no salva el dolor pero honra a las víctimas y reconoce públicamente su sufrimiento ante la sociedad.
El Real Decreto de 1974/1999 de 23 de Diciembre, en el que se incluye el Reglamento de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las víctimas del Terrorismo, nació con el fin de honrar a las víctimas del terrorismo con una expresa manifestación y homenaje por parte de los poderes públicos y de la sociedad.
Ha llegado la hora de reconocer a las víctimas del terrorismo de Castilla y León. Por ello, mañana el delegado de Gobierno, Miguel Alejo junto a la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo a nivel nacional, María Ángeles Pedraza presidirán el acto de entrega en Valladolid de las condecoraciones entregadas por el Ministerio de la Presidencia a todas las personas que, con previa solicitud, hayan manifestado la petición de reconocimiento como víctimas del terrorismo. En el año 2000 ya se celebró un acto similar.
En dicho acto recogerán las condecoraciones las personas que lo hayan solicitado, sean de Castilla y León o de otras regiones y vivan temporalmente en la Comunidad. También aquellos titulares de las medallas que no lo recogieron en el acto celebrado hace once años. Además las víctimas, un número que supera los 120, no son exclusivamente afectados por actos terroristas de la banda de ETA, también hay damnificados en Afganistán y otros actos violentos.
1397124194 Grados de concesión. Existen dos tipos de condecoraciones. Una de ellas, denominada la Gran Cruz, que se otorga a título póstumo a los fallecidos por actos terroristas y recogen los herederos. Y la otra, denominada Encomienda, que se entrega a los heridos y secuestrados en actos terroristas. El Ministerio de la Presidencia otorga la concesión de la medalla, mediante orden y en nombre del Rey. La Gran Cruz otorga tratamiento de excelencia y la Encomienda de ilustrísimo señor o señora. Dichas concesiones también se harán constar en un libro de Registros. Si los titulares del reconocimiento civil son militares, será comunicado dicho tratamiento al Ministerio de Defensa a efectos de ponerlo en conocimiento de la administración militar.
Además la medalla va acompañada de una pensión extraordinaria por acto de terrorismo cuantificada según los daños ocasionados. Por fallecimiento, los herederos percibirán 138.233 euros; por gran invalidez, 390.658 euros; por incapacidad permanente absoluta, 91.162 euros; por incapacidad permanente total, 48.081; por incapacidad permanente parcial, 36.061. En caso de recibir indemnizaciones por lesiones permanente no invalidantes las cuantías serán las que resulten del baremo de lesiones permanentes no invalidantes establecido por la Ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor.
A través del Ministerio de Interior se reconoce la concesión de dicho reconocimiento público como víctima del terrorismo a solicitud de los interesados o de sus herederos. Al acto de mañana no se espera que acuda ningún representante del Gobierno central, pero las víctimas estarán acompañadas por el recién nombrado presidente de la Junta de Castilla, Juan Vicente Herrera, la nueva presidenta de las Cortes de Castilla y León, Josefa García Cirac, y otros altos cargos del Ejecutivo Autonómico. Además también acudirá la delegada de la Asociación en Castilla y León.