UGT pide reflexión sobre la realidad de los servicios sociales de la Comunidad

La Federación de Servicios Públicos de la UGT (Unión General de Trabajadores) recibió con «profunda» consternación la muerte de los tres menores en el centro de acogida que los Mensajeros de la Paz gestionan en Boecillo (Valladolid), una noticia «capaz de remover cualquier conciencia humana», pero especialmente relevante para el sindicato por su implicación «constante y endémica» por mejorar los servicios públicos en general y los servicios sociales que presta la Comunidad Autónoma, según un comunicado.

Además de transmitir a los familiares el pésame, UGT considera que este hecho debe provocar una reflexión «en profundidad» sobre la realidad de los servicios sociales de Castilla y León.

Al respecto, la postura de la FSP-UGT es «muy crítica» con el sistema de Protección a la Infancia que realiza la Junta, que a su juicio es «muy deficitaria, anárquica e ineficaz en todas sus vertientes».

Según reiteró, «no es suficiente» por parte de la Administración de la Comunidad Autónoma de Castilla y León con tener una normativa aceptable sobre el papel, ni que la consejera de Familia, Milagros Marcos, responsable del ramo y conocedora del mismo desde su anterior cargo como gerente de Servicios Sociales, «salga como una exhalación a comentar superficialmente la luctuosa noticia con un estoicismo que raya en la apatía, sin duda azuzada políticamente por ser quien es esta ONG y quien la apadrina».

Desde la FSP-UGT exigen a los políticos responsables que se «pongan manos a la obra para que de una vez por todas no se repitan estos lamentables sucesos y que reconozcan lo que tantas veces ha denunciado la organización, que la privatización de los servicios conlleva una menor calidad en la prestación de los mismos, un menor rigor en la selección del personal donde prima el nepotismo y un encarecimiento económico que nutre los bolsillos de particulares, con o sin ánimo de lucro».

En este sentido, según UGT, «con toda probabilidad si hubiera habido un o una responsable con la cuidadora nocturna, los hechos acontecidos no se hubieran producido».

Desde la organización anunciaron que «seguirán luchando por unos servicios sociales de calidad, ya que no es de recibo saber que en el centro de los Mensajeros de la Paz, supuestamente, sólo trabajaba de noche una persona, con profesionales empleados públicos, huyendo de la falacia de lo vocacional que muchas veces se torna vacacional y otras tantas en un abuso laboral sin escrúpulos por los gestores de estas ONGs».

Es por ello, que UGT reclama que estos centros sean públicos y no privados, «con una gestión directa de la Administración, lo que sin duda redundará en un abaratamiento de costes». Así, según la organización, los servicios tornarán en una mayor calidad en la prestación por parte de las asociaciones, para beneficio de la sociedad.