Diario de León
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La andanada | Pedro Vicente

Dos factores planeaban ayer sobre la refriega parlamentaria que la Junta y la oposición sostienen al comienzo de cada sesión plenaria. Uno de ellos era la resaca política dejada por las elecciones autonómicas del pasado domingo, que han insuflado un momentáneo «subidón» moral a los socialistas en contraste con la decepción sufrida por los populares. El otro elemento de discordia era el rifirrafe mantenido la pasada semana en la Mesa de las Cortes, donde la mayoría el PP aplazó la tramitación de las iniciativas de PSOE e IU instando la presentación de recursos de inconstitucionalidad contra la reforma laboral del gobierno Rajoy.

Dicho aplazamiento motivó que las preguntas dirigidas al presidente de la Junta tanto por el portavoz socialista, Óscar López , como el procurador de IU, José María González , versarán ayer justamente sobre esa controvertida reforma, la misma que ha dado lugar a la huelga general convocada del 29-M. A partir de esas circunstancias la expectación está servida, máxime con la presencia de los secretarios autonómicos de UGT y CC.OO., Agustín Prieto y Ángel Hernández , ocupando butaca en la tribuna de invitados.

Y sin embargo, como suele ocurrir con las corridas de toros, «tarde de expectación, tarde de decepción». El cruce de argumentos no aportó nada novedoso. El intento de López de remarcar la contradicción entre la reforma laboral y las posiciones de la Junta en la misma materia resultó baldío. Juan Vicente Herrera defendió su política laboral y el «dialogo social» sin dejar de apoyar implícitamente la iniciativa del gobierno de Mariano Rajoy . Y frente al argumento socialista de que estamos ante «la demolición del sistema de relaciones laborales», el presidente de la Junta justificó la reforma en los cinco millones de parados heredados de Zapatero . Fue en este punto cuando Herrera sacó a colación el resultado de las elecciones andaluzas, eso sí, para recordar que el paro en Andalucía se sitúa en el 32 por ciento, 15 puntos por encima que en Castilla y León.

Tampoco se salió de su guión el presidente en su respuesta al procurador de IU, quién lanzó en el hemiciclo un vehemente alegato contra la reforma laboral. Lo curioso fue que González, tras advertir del peligro de involución hacia una sociedad divididas entre plutócratas, esclavos y desahuciados, aclaró que no basaba su denuncia ni en Marx ni en Lenin sino en intelectuales como el teólogo jesuita José Ignacio González Faus . Herrera no se dio por aludido y calificó de ideológica, amén de oportunista, la proclama de su interlocutor. No se acabarían ahí los encontronazos dialécticos alrededor de la reforma laboral, ya que los consejeros de Economía y Hacienda, así como la de Cultura, hubieron de responder hasta seis preguntas más relacionadas con la cuestión, una de ellas de Alejandro Valderas centrada en el riesgo de destrucción de empleo público dentro de la propia Administración autonómica. El procurador leonesista teme en concreto por el futuro de trabajadores de empresas y entes públicos.

Valderas completó su cupo tratando de aclarar la postura la Consejería de Medio Ambiente sobre las licencias medioambientales solicitadas para la planta de la cementera Cosmos en Toral de los Vados. Esta vez Antonio Silván fue concluyente: No rotundo y definitivo a la quema de residuos industriales u orgánicos; sí (con las prescripciones correspondientes) a la quema de biomasa forestal.

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