«El dato del déficit tranquiliza, pero hay que estar atentos a la evolución»
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, afirmó ayer que los datos de déficit de estos primeros ocho meses del año (0,42 por ciento sobre el PIB) dan «tranquilidad», pero alertó de que deberán estar «muy atentos» para que la evolución de los ingresos y gastos del presupuesto «no se desbaraten» y cumplir con el objetivo del 1,5 por ciento marcado por el Gobierno central a las autonomías.
Por tanto, Herrera mantuvo que el déficit de Castilla y León a 31 de agosto es el 0,42 por ciento del PIB, como avanzó la semana pasada durante la apertura del curso económico en la Feria de Muestras. «Eso me da seguridad, no me da tranquilidad, pero estoy razonablemente optimista», declaró. «Debemos estar muy atentos para que no se nos desbaraten los gastos y caigan los ingresos, en cuyo caso no cumpliríamos el objetivo con el déficit», alertó el presidente de la Junta.
Herrera trasladó a los ciudadanos un mensaje de tranquilidad y subrayó que la Comunidad no tiene problemas de tesorería, que paga las nóminas, a los proveedores, los suministros o los gastos de farmacia, para concluir que sólo puede haber alguna situación puntual o algún retraso en la formalización de las subvenciones por su propia tramitación. «No hay tensión ni alarma, y no hay ninguna urgencia ni hemos pedido un anticipo», resumió sobre las cuentas autonómicas.
No obstante, recordó que antes de que finalice el año deben colocar en los mercados unos 400 millones de deuda, que es el 40 por ciento de la permitida para este ejercicio, e insistió en que se realizará con normalidad, bien a través de las entidades financieras o del Fondo de Liquidez Autonómica que pone el Gobierno a disposición de las comunidades, conforme a las mejores condiciones que ofrezca uno u otro.
«Cuando esté decidido así lo explicaré a los ciudadanos a través de ustedes (periodistas) y en el Parlamento», aseveró. Asimismo, el presidente de la Junta reiteró que el cumplimiento del déficit no es una «opción sino un deber».