Nuclenor tiene ya la documentación para el cierre de Garoña en el 2013
La entrega «se hará en tiempo y forma» antes de que se cumpla hoy el plazo.
Foto de archivo de una manifestación para reclamar el cierre de Garoña.
Nuclenor anunció ayer que tiene ya toda la documentación requerida por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para seguir con el procedimiento de cese de actividad, que podría ser efectivo a partir del 6 de julio de 2013. Entre esta documentación se incluye el plan de desmantelamiento y las medidas previstas para garantizar la seguridad en el entorno hasta el cierre definitivo. «Se hará en tiempo y forma antes de que cumpla el plazo», hoy martes, 6 de noviembre, explicaron a Ical desde la empresa, que precisaron que «se sigue apostando por la continuidad» de la planta atómica, aunque los responsables son conscientes del «poco margen de maniobra» del que se disponen de aquí al mes de julio, momento en el que vence la orden ministerial que obligaría a cerrar la planta atómica.
De este modo, la postura de Nuclenor es la misma que la de hace unos meses, si bien es cierto que los responsables no dan por concluidas las negociaciones al afirmar que «la vía administrativa no está cerrada». Por el contrario, el tiempo avanza y la documentación obliga a comenzar los protocolos que pide el Consejo de Seguridad Nuclear, por lo que aumenta la preocupación entre el Comité de Empresa.
En los próximos meses, Nuclenor deberá seguir aportando nuevos documentos requeridos por el CSN en el protocolo de actuación que precede al cierre de toda instalación nuclear. Toda la información se irá entregando hasta el mes de julio momento en el que, si nada cambia, Garoña podría finalizar su actividad tras 41 años en activo.
Plan de desmantelamiento
Entre la documentación que Nuclenor aporta al CSN se en encuentra un plan de desmantelamiento en el que se indica el modo en el que se irá frenando la actividad y las distintas operaciones que se irán acometiendo. En este sentido, cabe recordar que será Enresa, la empresa pública que se ocupa de la gestión y almacenamiento seguro de los residuos radiactivos, la que, llegado el caso, tendría que desmontar Garoña atendiendo a los protocolos que se siguen en estos casos y en los que es necesario elaborar un calendario que, en el menor de los casos, supera los nueve años.
De ahí que quienes hablan de una orden de desmantelamiento para Garoña planeen un calendario a muy largo plazo teniendo en cuenta que en la actualidad Enresa trabaja en el desmantelamiento de la central de José Cabrera, en Zorita.
Algunos expertos sostienen que sería materialmente complicado desmantelar dos plantas atómicas de forma simultánea, más, si cabe, en el caso de Garoña, cuyas peculiaridades técnicas hacen que no haya precedentes de cómo ha de deshabitarse.