Garoña cerrará el 6 de julio del 2013 y quedará desmantelada en nueve años

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) afirmó ayer, tras recibir la documentación requerida a Nuclenor, que la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) cesará su actividad el próximo 6 de julio de 2013.

El órgano nuclear recibió ayer la documentación remitida por el titular de la central asociada a la declaración de cese definitivo de explotación de esta instalación, de acuerdo con lo establecido en la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) aprobada por el Pleno del Consejo el pasado 12 de septiembre. Una vez cumplido este paso administrativo por parte del titular de la central, las direcciones técnicas del CSN analizarán la información remitida por Nuclenor y presentarán su informe correspondiente al Pleno del Consejo para su posterior estudio y envío al Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Nuclenor remitió a última hora de anteayer, por medio una empresa de mensajería, la documentación requerida desde el Consejo de Seguridad Nuclear que da inicio al desmantelamiento administrativo de la central nuclear y adelanta el posible cierre de la misma.

Según informaron fuentes del gabinete de comunicación de Nuclenor a I ca l, se trata de un amplio volumen de documentos en los que se indican cómo se procedería a deshabitar la central en el caso de su cierre. Así lo estimó el CSN quien puso como fecha tope a Nuclenor ayer, 6 de noviembre, para comunicar un plan de desmantelamiento y las medidas previstas para garantizar la seguridad en el entorno hasta el cierre definitivo.

En el mismo informe se incluye el calendario que habría que acordar en el caso de que, finalmente, Garoña sea desmantelada. En este sentido, durante los próximos meses los responsables de la planta atómica y miembros del CSN mantendrán una serie de comunicaciones para acotar todas las medidas planteadas y delimitar las mismas.

Nuclenor deberá seguir aportando nuevos documentos requeridos por el CSN en el protocolo de actuación que precede al cierre de toda instalación nuclear. Toda la información se irá entregando hasta el mes de julio momento en el que, si nada cambia, Garoña podría finalizar su actividad tras 41 años en activo.

La cuestión clave de la documentación aportada reside en el plan de desmantelamiento de la planta atómica, en el que se indica el modo en el que se irá frenando la actividad y las distintas operaciones que se irán acometiendo para deshabitar Garoña. En este sentido, cabe recordar que será Enresa, la empresa pública que se ocupa de la gestión y almacenamiento.