VERLAS VENIR
Paisaje después de la huelga
La muerte en Astorga de la discapacitada Marta Pajarón se sumó a la imprevista de su madre anciana, ocurrida mientras los servicios sociales tramitaban su incapacitación para cuidar de una hija tan dependiente. Esta muerte anunciada no tuvo el mismo eco que el arrebato suicida de una ex concejala en trance de desahucio, porque ni Astorga es Vizcaya ni la desdicha de una discapacitada severa conmueve del mismo modo. Sin embargo, ambas tragedias han marcado este tramo de noviembre que culminó con la huelga. Al fin y al cabo, son historias de infortunio aceleradas por la presión ambiental de los recortes.
Este martes y trece ocupó la mañana parlamentaria en debatir las enmiendas a la totalidad del proyecto de presupuestos para 2013 con su apéndice de medidas tributarias y administrativas. Antes, en trece y martes, la gente no se atrevía ni a embarcarse ni a pasar por la vicaría. Y menos en noviembre, mes de difuntos y profunda melancolía. Con la necesidad, ya nadie repara en esas cautelas de sabiduría popular.
La jornada despertó con el arreglo de los partidos mayoritarios en Madrid, dispuestos al cabo de cuatro años de calamidades a sentarse para tratar de poner un poco de razón al trágala de los desahucios. Hace medio siglo, el novelista de Montejos Severiano Fernández Nicolás publicó la novela El desahucio (1963), en la que se plantea la trampa legal para desalojar a una viuda, por no haber notificado al casero en tiempo y forma su deseo de continuar en la vivienda después de la muerte de su marido. Eran otros tiempos, de alquiler en lugar de hipotecas, pero con el mismo amargo desenlace.
La mañana parlamentaria tampoco dio mucho de sí. En parte, porque ahora los presupuestos ya no tienen el aliciente inversor de los tiempos de prosperidad, cuando cada cual iba a ver qué le tocaba, y también porque la oposición ha dejado de hacer los deberes. Es decir, ha renunciado a la oportunidad de presentar un presupuesto alternativo, en el que se perciban las diferencias de su reparto del dinero con el grupo gobernante. Así que todo queda muy devaluado. Esta rebaja no significa, en cambio, que la tramitación presupuestaria vaya a resultar más ágil, barata o liviana, sino que cumplirá todos los pasos, como si de su tedioso debate fuera a salir algún provecho. Quiero decir algún beneficio general, al margen del goteo de dietas para los señores procuradores, que van que no paran del caño al coro y de la comisión al pleno.
En el presupuesto para 2013, el coste de la deuda se come la inversión y la acumulación de recortes autonómicos y nacionales rebaja la prestación al entorno familiar de los dependientes de 506 a 50,79 euros. Óscar López mostró en las Cortes la carta que están recibiendo familias como la de Marta Pajarón, mientras que su interlocutor popular, el portavoz Carlos Fernández Carriedo, se iba de viaje por los cerros de Úbeda, contando desdichas andaluzas. Como si no tuviéramos bastante ya con lo nuestro.
Del carbón, ni palabra. Parece que incluso ha dejado de ser ya tema de expectativa. El ministro canario, que anduvo enredando con el petróleo marino de sus islas, ya no recibe ni convoca ni habla del Plan del Carbón. Ni mix ni mus energético: capotazo. Otro borrón más en nuestra carta a los Reyes.