Tarde de toros en el hemiciclo
La andanada | Pedro Vicente
L os aficionados saben que las tardes de toros suelen ir de menos a más y ello tiene su lógica. A las figuras del toreo no les gusta encabezar el cartel y prefieren que abra plaza algún diestro de menos relumbrón. En los plenos parlamentarios no ocurre así, ya que en ellos rompen el fuego los primeros espadas, emplazados en el turno de preguntas. Sin embargo, ayer el hemiciclo parlamentario fue más parecido que nunca a un ruedo taurino.
El socialista Óscar López sacó a los medios el astifino toro de los recortes en la Ley de Dependencia. Sabedor del buen juego que había dado ese astado en el pasado debate presupuestario, volvió a recurrir a la carta de un afectado que ha visto reducida su prestación en un 90 por ciento para pedir a Juan Vicente Herrera que reflexione y reconsidere al respecto. Herrera llegó a admitir «recortes excesivos» en Dependencia, si bien por parte del gobierno central y no tanto por la Junta, de la que aseguró que mantiene el nivel de gasto en ese capítulo.
El segundo toro del lote presidencial era el nuevo paquete de ayudas comprometidas por la Junta con Renault, cuya brega correspondía al leonesista Alejandro Valderas. El diestro-presidente tiró de oficio para sortear la embestida, tapándose con el argumento de que dicho apoyo está más que justificado y asegurando que en ningún caso será en detrimento de sectores industriales ubicados en otras provincias. Valderas replicó que su pregunta era cuánto iba a costarnos el nuevo plan de Renault, a lo que sólo muy al final, y un tanto a regañadientes, contestó Herrera cuantificando «en 11 ó 12 millones de euros» la subvención prevista a fondo perdido.
El siguiente morlaco, traído por el procurador de IU, era el arrendamiento por parte de la Junta de determinado local propiedad del empresario leones y ex presidente de Caja España, Santos Llamas. Aquí hubo sorpresa en los tendidos, ya que, en lugar de la consejera de Hacienda, saltó al ruedo la de Cultura, Alicia González. En todo momento muy a la defensiva, rechazó tajantemente que el local no tuviera ningún uso —sirve de almacén de piezas del Museo provincial— y subrayó una y otra vez que el contrato de arrendamiento cumple todos los requisitos. De pasó informó que su cuantía se ha rebajado en un 20% desde el pasado enero. Nada de ello convenció a José María González, quién señaló que esa función de almacén podía cumplirla perfectamente el laboratorio pecuario, al que hace años que no se conoce ningún uso.
Poco después, llegaría el momento culminante de la tarde. Fue cuando la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, preguntada sobre las previsiones de déficit, intentó explicar que nada hay definitivo. “Hasta que no se acabe la corrida… (pausa y murmullos)… hasta el rabo todo es toro”. El hemiciclo no pudo contener su regocijo, que continuó cuando el socialista J.F. Martín replicó con toda una confesión: «Yo es que de toros, poco, y de otras cosas, tampoco».
Para completar la tarde, no faltó una buena bronca, provocada por unas palabras del consejero de Sanidad. Fue a raíz de que la socialista Ana de Silva continuara hablando sobre las carencias del hospital de León una vez que, agotado su tiempo, su micrófono había sido silenciado desde la Mesa. «Es una pena no haber podido escuchar lo último porque quizá fuera algo interesante», soltó Antonio Sáez con su habitual retranca. Y el rebote en la bancada socialista fue de campeonato.