El nuevo alcalde de Treviño abre la cuenta atrás para la anexión a Álava
Una moción de censura desbanca a la alcaldesa del PP con el apoyo de Bildu.
Ignacio Portilla resultó elegido ayer alcalde de la localidad burgalesa de Condado de Treviño, con cinco votos a favor, tres votos en contra y una abstención, tras la moción de censura presentada por el grupo independiente Ciudadanos del Condado y Bildu. Tras la elección, el nuevo regidor municipal aseguró que «ha comenzado la cuenta atrás para anexionarse a Álava» y pertenecer al País Vasco.
Portilla sustituye en el cargo a Inmaculada Ranedo (PP), quien estuvo al frente del consistorio treviñés desde la pasada legislatura. El Ayuntamiento treviñés estaba gobernado hasta ayer por el PP, con tres ediles. Ciudadanos de Treviño y la Candidatura Independiente tienen dos; mientras que Bildu y PNV, uno en cada caso. Los nacionalistas vascos no han apoyado la moción y se han abstenido en la votación, lo que no evitó que la iniciativa saliese adelante.
El consistorio del Ayuntamiento de Treviño acogió este viernes un pleno extraordinario al que acudieron numerosos medios de comunicación y muchos vecinos de esta localidad del norte de la provincia. Muchos de los últimos acudieron para mostrar su apoyo a Portillo y otros para apoyar a Ranedo y agradecer su gestión en el consistorio treviñés. Sin incidentes, ni tensiones, a diferencia de otras sesiones plenarias, el pleno, que comenzó a las 12.00 horas, concluyó una hora después, tras jurar su cargo el hasta ayer edil independiente Ignacio Portilla.
Informe de la UPV
En sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación, Portilla afirmó que «trabajará para que Condado de Treviño se anexione al País Vasco, al entender que existe una vía administrativa mediante la cual se está estudiando esta segregación. En este sentido, avanzó que existe un informe de la Universidad del País Vasco en el que se establecen las bases que habría que seguir para que la localidad deje de pertenecer a Castilla y León.
En este sentido, el nuevo alcalde declaró que «en democracia no puede haber blindajes», pese a que la petición de Portilla es incompatible con el texto constitucional y el Estatuto de Castilla y León, según establecen las leyes actuales.
Peor con Burgos
En este sentido, Ranedo declaró «no sorprenderle el deseo anexionista», y agregó que «es el principal objetivo» de las formaciones que han conseguido la alcaldía. «Nosotros respetamos todas las voluntades pero esa decisión empeorará las decisiones con Castilla y León y con Burgos», recalcó.
Sobre la posibilidad de que el deseo anexionista de Portilla pueda fructificar, la ex alcaldesa explicó que quienes llegaron ayer a la alcaldía «han pagado 17.000 euros por un informe», cuando ya existen otros estudios al respecto. En este sentido, avanzó que «se inicia ahora un proceso que no sabe cómo acabará».
Asimismo, Ranedo matizó que lo que se dice en el Estatuto de Castilla y León «es claro» por lo que cree que la propuesta de Portilla «tiene poco recorrido». El cambio de Gobierno en Treviño se produce año y medio después de la llegada de Ranedo al consistorio por segunda vez. «La falta de diálogo y el despilfarro del PP» han sido, entre otros, los principales motivos por los que los ediles de Ciudadanos del Condado y Bildu decidieron presentar el pasado 30 de noviembre una moción de censura contra Ranedo que, sin embargo, no fue apoyada por el PNV al entender que «no hay criterio para fiarse de lo que dicen Ciudadanos del Condado». Portilla declaró en varias ocasiones haberse sentido «desplazado» por la alcaldesa a la que acusa de haberse reunido «en secreto» con la Junta de Castilla y León para atender los problemas del municipio.
El único concejal de Bildu en el consistorio treviñés, Nestor Fernández, manifestó en euskera su deseo de pertenecer al País Vasco, al tiempo que mostró su apoyo al nuevo alcalde para trabajar por la anexión del Condado de Treviño a la provincia de Álava, según explicó en sus manifestaciones.