La central de Garoña comienza el cese de su actividad tras parar su reactor
La central nuclear de Santa María de Garoña amaneció ayer en un nuevo escenario, el que augura el cese definitivo de su actividad, tras la decisión de Nuclenor de no prorrogar su vida más allá de este mes. A las 23.00 horas del domingo se produjo la anunciada parada del reactor dentro de la programación señalada hace una semana por la empresa propietaria.
Una treintena de trabajadores se encargó de la parada del reactor de la planta atómica del Valle de Tobalina. Alrededor de las 18.30 horas, el último turno entró en la fábrica ante la atenta mirada de unidades móviles de distintas televisiones regionales y nacionales. La tranquilidad fue la tónica general de una jornada que podría haber marcado el final de 41 años de actividad nuclear, iinformó la agencia Ical.
Según informó el portavoz del comité de empresa, Alberto César, en los trabajos se emplearon a entre 25 y 30 personas que entraron en el segundo de los dos turnos de 12 horas cada uno, programados para la fecha. De este modo, alrededor de las 23.00 horas Garoña quedó «totalmente desacoplada». Tras el «apagado» del reactor, se inicia un nuevo periodo consistente en el enfriamiento del núcleo y traslado del material desde el reactor hasta la piscina de almacenamiento. En el proceso de enfriamiento se emplearán la jornada de ayer y la de hoy, mientras que el tiempo que resta hasta el 25 de diciembre se empleará en llevar el plutonio y el uranio hasta la piscina de almacenamiento.
El comité de empresa ve con preocupación la decisión tomada por Nuclenor, por lo que espera que Endesa e Iberdrola, «las partes fuertes de la decisión», puedan llegar a un acuerdo con el Gobierno central.