Sanidad entiende que el modelo de hospitales en red mejorará la eficacia
La Junta acreditará unidades de gestión clínica, tras dar luz verde a la norma.
La Consejería de Sanidad impulsará el modelo de hospitales en red para mejorar en eficacia y «no hipotecar» el desarrollo profesional del personal sanitario, dentro de su empeño de implantar el sistema de unidades de gestión clínica en la Comunidad. La filosofía reside en que los centros hospitalarios avancen hacia un modelo colaborativo y de participación, de modo que compartan criterios, formación, tecnología, procedimientos, sistemas de derivación e incluso faciliten la circulación de profesionales, teniendo en cuenta que muchas veces los centros asistenciales de mayor envergadura disponen de técnicas y medios más avanzados.
La propuesta figura en el borrador del decreto de unidades de gestión clínica que en estos momentos remata la Consejería y que encaja en la «idea del Ministerio de Sanidad de definir la cartera básica de servicios también en términos de organización en niveles de cobertura mínima», y en las propuestas de algunas sociedades científicas de concertar servicios, puesto que «muchas veces hay que evitar duplicidades» y la «proximidad al territorio no es sinónimo de calidad», precisó a Ical el responsable de este departamento, Antonio María Sáez Aguado.
La previsión es que este mes la norma vea la luz, fecha en la que también se tendrá una primera evaluación del pilotaje de las unidades de gestión clínica en el Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario y en la Unidad de Salud Mental de Zamora, donde han venido aplicándose desde el mes de abril. Con este paso, se procederá a un «cambio de cultura» en la organización, ya que se busca aumentar la implicación del profesional en la gestión, lo que redunda en su motivación profesional; reforzar la continuidad asistencial, la organización del trabajo y aumentar los niveles de satisfacción de los usuarios.
La mecánica de las unidades de gestión clínica fija objetivos anuales de actividad y uso de los recursos, desde índices de ocupación y estancias medias, a suministros, medicamentos, pruebas diagnósticas, etc. En función del grado de cumplimiento, los profesionales serán compensados con incentivos de dos tipos. Por un lado, los de carácter profesional, es decir, vinculados al desarrollo de la carrera profesional, estancias, proyectos de investigación, adquisición de apartados tecnológicos para la unidad, etc. Y, por otro, incentivos de carácter económico. En este sentido, el consejero precisó que no quieren que se ligue la unidad de gestión clínica a una relación «ahorro-incentivo económico», puesto que en ocasiones puede implicar mayores costes. «No es lo fundamental, lo vital es el aumento de la calidad, uso adecuado de los recursos y la eficiencia», precisó Sáez Aguado.
La implantación de la unidades tendrá carácter voluntario, bajo demanda de los propios equipos, a los que se exigirá el cumplimiento de requisitos previos (como puede ser que hayan mantenido abiertas líneas de investigación en los últimos años o de formación, entre otras) y futuros, es decir, cumplimiento de objetivos.
La previsión es que una vez que se apruebe el decreto normativo, a principios de año, Sanidad comience a acreditar las unidades. En ningún momento se espera que sea un procedimiento masivo en este primer ejercicio, todo lo contrario, por las exigencias de acreditación.
Por lo que respecta a un balance inicial sobre el desarrollo de la experiencia piloto de las dos unidades de gestión clínica, Antonio María Sáez Aguado precisó que se puede hablar «de avances importantes» en motivación de profesionales y gestión, entre otros aspectos. Así, explicó que en el caso sel Servicio de Cardiología del Clínico se ha logrado crear un grupo de toma de decisiones.