«Villarrubia tiene apoyo del partido y de la militancia para continuar»

El acuerdo alcanzado en las Cortes el 27 de junio entre el portavoz del Grupo Socialista, Óscar López, y el PP, ha reabierto las heridas en el seno del partido que lidera Julio Villarrubia. Ante una semana decisiva, con tres reuniones internas convocadas, Juan José Zancada, secretario autonómico de Política Municipal, analiza la crisis del PSCyL.

—¿El pacto alcanzado por López con la Junta y el PP es magnífico, como dicen muchos secretario provinciales, o usted es de los que niega el pacto en sí mismo?

—Es bueno. Se han recuperado urgencias y el plan de empleo para 2014. Es el inicio de un paso más en la posición del PSOE reivindicando nuevos derechos y más servicios, que deben plasmarse en la Ley de Ordenación.

—¿Apoya y comparte las declaraciones del secretario general del pasado lunes, negando el acuerdo?

—Las comparto. No salió a desautorizar a nadie, sino a aclarar que es un buen acuerdo, que se ha gestado por parte del partido y se ha concretado en el Debate de la Comunidad. Pero no se puede decir que ya hay un pacto cerrado de Ordenación porque, si no, la tramitación parlamentaria estaría ya hurtada.

—El problema es que el acuerdo que niega el secretario general es vinculante: ordenación y urgencias.

—Intenta trasladar, insisto, que es un muy buen acuerdo…

—Eso no lo dice él.

—Lo digo yo (risas). Creo que es el sentir de la mayoría, porque es un triunfo de los ciudadanos. Pero lo que no podemos entender es que ya no haya debate y el PSOE vaya a votar a favor de la Ordenación.

—¿Por qué tarda cuatro días Villarrubia en invalidar el acuerdo, cuando el viernes vendía en las Arribes la reapertura de las urgencias?

—Sale el lunes, porque hay una Permanente de la Ejecutiva y hace una valoración para aclarar lo que ha trascendido en los medios.

—Pero los titulares en la prensa aparecen el viernes. Insisto, ¿por qué espera tres días más?

—Porque reúne a la Ejecutiva.

—Y usted defiende que es la Ejecutiva La que le hace ver que todos los titulares están equivocados.

—No, hay un debate donde se analiza el impacto mediático de la propuesta de resolución. Se ve que se ha trasladado que en Ordenación ya hay un pacto inamovible.

—¿Es un espaldarazo a Óscar López que la Junta sí de por bueno el acuerdo y le vea como interlocutor válido o es oportunismo político?

—El PP y la Junta tendrá sus estrategias. Pero en nuestra organización los papeles están definidos. En cualquier acuerdo, será la Ejecutiva quien decida.

—Entonces la Junta no debería dar por bueno el acuerdo…

—Insisto, el acuerdo tiene el apoyo de la Ejecutiva autonómica.

—¿Reconoce que Villarrubia estaba atascado en las negociaciones con la Junta sobre la Ordenación?

—No, porque hay una posición común entre el Grupo y la Ejecutiva.

—Pero había una posición muy clara en el partido a favor de la enmienda a la totalidad, y Villarrubia nunca dio el paso.

—Insisto. En octubre se llega a un acuerdo que marca las líneas rojas. Es verdad que algunos compañeros no querían ningún tipo de acuerdo. Según han ido avanzando estos meses, se ha ido viendo la posibilidad de recuperar derechos y servicios. Y en el Debate de la Comunidad, se avanzó en posibilidades de acuerdo.

—¿Por qué convoca el secretario general a las agrupaciones locales con posterioridad a que venza el plazo de presentación de enmiendas?

—Me alegra que me haga esa pregunta. Desde antes de octubre, el PSOE ha consultado a todos los alcaldes para marcar las líneas rojas, que se fijaron en el pacto con la Junta. Cuando en abril se presenta el anteproyecto de ley, la Ejecutiva mandata a las agrupaciones para trabajar en alternativas. Se ha dado forma a casi 200 enmiendas. Parece coherente informar.

—Óscar López fraguó el acuerdo de espaldas a Villarrubia. ¿Fue desleal o indisciplinado?

—Hay que mejorar mecanismos de coordinación y comunicación.

—No me ha contestado.

—Hay que mejorar la coordinación.

—¿Le reconoce legitimidad por contar con el ‘sí’ de la mayoría de secretarios provinciales y del Grupo?

—Insisto, es un buen acuerdo.

—¿Y legítimo?

—Es legítimo en la medida en que está aprobado y tiene el respaldo de la Ejecutiva autonómica, pero no se puede entender que es el punto final en la ley de Ordenación, algo que se ha intentado trasladar desde el Ejecutivo autonómico.

—Deriva el problema a la prensa, a la Junta... cuando es interno.

—Insisto. El secretario general es el que tiene que fijar la posición y el portavoz desarrollarla en el Grupo parlamentario. ¿Que hay que mejorar los mecanismos de coordinación? Hay que trabajar en ello.

—¿La estrategia de López de cubrirse las espaldas ha colocado en una situación débil a Villarrubia?

—No lo percibo así. La Ejecutiva tiene cometidos. No entiendo que el portavoz quiera hacer funciones de secretario general y viceversa.

—¿Se la ha devuelto López a Villarrubia por el acuerdo de octubre y el caso Ponferrada?

—Me quedo con que el acuerdo de octubre y el de ahora son buenos.

—No me ha contestado.

—No creo que en este partido se produzcan golpes intencionados.

—¿No buscan hacerse la vida imposible Villarrubia y López?

—(Risas) Insiste usted en esa dirección. Por suerte, en el PSOE somos más personas.

—¿Qué espera del Plenario de la Ejecutiva del lunes?

—Debate. Lo importante es que al final haya una posición conjunta.

—¿Y qué pasa si como parece al secretario general le echan una reprimenda por sus declaraciones? ¿Le puede pasar factura?

—No. Lo importante es cómo seguir mejorando la coordinación.

—¿No contempla que Villarrubia pueda quedarse solo y deba dimitir?

—No es un escenario razonable. No es el momento de abrir nuevos debates congresuales.Trabajamos para recuperar la credibilidad.

—Para esa tarea hace falta un secretario general fuerte.

—Que yo sepa, el secretario general recibió el 90% del apoyo del partido en el Congreso Autonómico.

—Pero eso fue hace más de un año y han pasado muchas cosas.

—No hubo ningún otro candidato alternativo; el secretario general fue elegido por cuatro años; y en este partido prima la responsabilidad.

—¿Está fuerte Villarrubia para continuar?

—Tiene los apoyos para continuar, del partido y de la militancia.

—¿Puede aguantar el PSOE mucho tiempo más con su bicefalia?

—(Silencio)

—... ¿Y con el enfrentamiento público entre sus líderes?

—El PSOE tiene sus tiempos y hay que respetarlos. Hago un llamamiento al trabajo en el tiempo que nos queda, porque la sociedad nos demanda ser alternativa.

—Habla desde la resignación.

—No, digo que los tiempos son los tiempos y en política están marcados en los estatutos orgánicos.

—¿Se va a romper la baraja cuando haya que designar candidato a la Presidencia de la Junta?

—Cuando se convoque el proceso, me hace esa pregunta (risas).

—¿Quedan más escenas de enfrentamiento, como el de Ponferrada?

—Bueno… Han sido muchas más las situaciones de trabajo.