El dirigente del PP habla de Bárcenas y reclama una profunda regeneración
Por decisión propia, ante un auditorio expectante y a los pocos minutos de iniciar su ponencia de clausura en el colegio San Gabriel, Juan Vicente Herrera mencionó el caso tantas veces omitido, el asunto que días antes había propiciado la salida atropellada de este mismo foro de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En pocas palabras, rompió el tabú sobre el caso Bárcenas. Como «una tormenta perfecta» y un ejemplo a estudiar sobre las relaciones entre la prensa y el poder, título de las jornadas, definió los últimos ocho días transcurridos y la intensidad del fuego cruzado entre distintas cabeceras nacionales que se han posicionado en la investigación del asunto o en la búsqueda de salidas a los perniciosos efectos del escándalo sobre el poder político y partidista. Consciente del grave disgusto social ante la crisis, por sus ingratas medidas, y ante la corrupción política, económica e institucional, advierte que todo ello se ha traducido en «un creciente descrédito y rechazo de la política» que todos los que se dedican a ella pueden percibir. Alienta la preocupación colectiva. «Nos debe preocupar a todos y especialmente a quienes tenemos el privilegio de dedicarnos a este servicio, y más allá de nuestras luces y sombras jamás hemos transigido con ningún tipo de corrupción y anhelamos la acción inmediata del Estado de Derecho». Herrera defiende la importancia de emprender una «profunda regeneración política y social» que devuelva a los ciudadanos la confianza perdida». Subraya que este malestar puede llegar a poner en duda el «mismo vínculo de representación democrática» cuya estabilización, asegura, está amenazada. La regeneración debe, a su juicio, estar asentada en unos ciudadanos más protagonistas de una sociedad democrática, madura y vertebrada, con unas instituciones que velen por sus libertades y unos medios de comunicación independientes y profesionales. En este punto, recordó las palabras del maestro Delibes, «a los políticos en el poder no les frena hoy la oposición, sino los periódicos».
Preocupado por esta situación tan delicada, Herrera hace un llamamiento para rescatar los valores morales y principios éticos. «Ni la corrupción ni las conductas impropias se atajan solo con las normas. Tenemos que rearmarnos socialmente y recuperar los principios de responsabilidad, estabilidad y respeto a la ley y a la justicia».