La inversión extranjera se recupera tras la debacle de 2012
Alcanza los 75 millones hasta marzo, cuatro veces más que todo el año anterior.
La inversión de capital extranjero en Castilla y León se recupera en los primeros meses de 2013, tras la debacle histórica que sufrió el año pasado. Entonces marcó el peor registro desde 2004 y el quinto más catastrófico en veinte años, desde que el Ministerio de Economía computa el flujo bruto en su serie estadística.
En el primer trimestre del año, las empresas radicadas fuera de territorio nacional invirtieron en la Comunidad 75,2 millones de euros. Con la salvedad de 2011, es el mejor arranque de año en los seis de travesía de la crisis. Ni siquiera el inicio de 2007 se aproximó a esa cifra (computó 14 millones). El capital llegado desde fuera del territorio nacional a Castilla y León entre enero y marzo multiplica por 4,5 la inversión global de todo 2012. Fue ese ejercicio el que marcó un punto de inflexión, también en el conjunto nacional. Un cúmulo de factores, como la subida de impuestos, las trabas burocráticas, las dificultades de acceso al crédito y las malas perspectivas de la economía española, espantaron la llegada de capital foráneo.
«La inversión en un país es cuestión de confianza. La imagen de España venía deteriorada desde 2009 y en 2012 tocamos fondo. Nada garantizaba el rendimiento empresarial, y el mercado natural del país y de la Comunidad, que es Europa, también estaba parado. Este año parece que empezamos a recuperarnos », explica la delegada del ICEX en Castilla y León, Isabel Clavero.
La Comunidad fue la segunda, por detrás de Canarias, donde más se resintió la llegada de capital en 2012: cayó un 90%, de los 182,7 millones recibidos en 2011 a los apenas 17,5 un año después. En el mismo periodo, el flujo de inversión descendió en las islas un 93% y un 89% en Castilla-La Mancha, tercera en anotar la mayor caída. Sí hubo excepciones, regiones que atrajeron más capital que en 2011. El caso más significativo es el de Asturias, donde la inversión empresarial se disparó un 1360%.
Pero, en general, y en el conjunto de España, la estadística del Ministerio demuestra que la inversión de las empresas extranjeras se redujo casi un 37%, hasta situarse en los 19.455 millones. La fotografía se deteriora más si para la medición se toma el flujo de inversión neta (descontadas las amortizaciones), una posibilidad que la base de datos no ofrece para las comunidades, ya que el resultado aparece en rojo.
Por primera vez en dos décadas la llegada de capital fresco fue incapaz de compensar otras fugas, las que protagonizaron las sociedades holding, aquellas que concentran en un determinado país el centro directivo de grupos empresariales. Técnicamente se denominan ETVE, entidades de tenencia de valores extranjeros, que mueven puramente capital, sin estar ligadas a un proyecto empresarial. En el conjunto de España y en autonomías muy industrializadas, representan cuantiosas inyecciones. En Castilla y León, su aportación es residual. En toda la serie histórica, sólo en dos ejercicios la Comunidad recibió recursos por esta vía: 16,3 millones en 2005 y 30 millones en 2008.
Sector servicios
La mayoría de las inversiones que aterrizan en Castilla y León procedentes del extranjero se concentran en el sector servicios, especialmente en el subsector de la distribución, según explica Clavero. «La llegada de Ikea o la apertura de un supermercado de Carrefour basta para disparar la inversión un año», ejemplifica.
Así se explica, por ejemplo, que Suiza, país de origen del gigante del mueble haya inyectado 34,5 millones a la economía de la Comunidad en el primer trimestre del año; 2,5 millones a lo largo de 2012; y algo más de 11 millones un año antes. Todo para poner en marcha su nueva tienda en Arroyo de la Encomienda (Valladolid).
Reino Unido (3,3 millones) y Portugal (2,5) también invirtieron en Castilla y León en estos primeros meses, mientras que Irlanda (5 millones) fue el país que más confió en la economía regional el año pasado. En 2011, el segundo mejor año de la serie por detrás de 2002, los Países Bajos fueron los amos de la inversión, con 122,2 millones. Alemania, Reino Unido, Portugal, Dinamarca, Luxemburgo y México figuran en la cartera de inversores vip.