La Guardia Civil ratifica que el conductor del bus dijo que se durmió
Tres agentes abren el turno de declaraciones ante el juez por el siniestro de Ávila.
Dos de los agentes de la Guardia Civil entrando en los juzgados.
Dos días antes de cumplirse un mes del fatídico accidente de autocar que el pasado 8 de julio costó la vida en Tornadizos (Ávila) a nueve personas, mientras que otras 22 resultaron heridas, ayer comenzaron las declaraciones en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ávila.
Los primeros en testificar fueron los tres agentes de la Guardia Civil que elaboraron el atestado en el que el conductor, R.G.S., de 54 años, habría reconocido en el mismo lugar del siniestro que pudo quedarse dormido.
Tanto el nuevo abogado del conductor, Miguel Bernal, como el fiscal, Óscar Barrios, coincidieron en señalar que los guardias civiles «ratificaron» el atestado que elaboraron a raíz del accidente con la declaración in situ de R.G.S.
Una declaración en la que según señalaron entonces fuentes de la investigación el conductor admitió haberse quedado dormido. Sin embargo, horas más tarde modificó esa versión ante la juez que en aquel momento sustituía al juez titular, que ya se reincorporado para hacerse cargo de la instrucción del caso.
En ese instante, a preguntas del fiscal sobre lo manifestado a los agentes «cuando dijo que podría haberse quedado dormido», R.G.S. apuntó que «dormido no se quedó» y que «tampoco dio ninguna cabezada».
No obstante, el abogado del conductor añadió ayer un matiz tanto a la entrada como a la salida de los juzgados: «Mi defendido ha declarado en sede judicial —el 8 de julio— que no había dicho a los agentes que s había quedado dormido». De esa manera Bernal fue ayer más allá de la declaración oficial que R.G.S. realizó ante la juez y en la que su defendido no citaba a los guardias civiles, limitándose a negar que se hubiera quedado dormido.
Además, el primer abogado que asistió al conductor, Juan Antonio González Agüero, señaló al día siguiente que las posibles «manifestaciones voluntarias» ante la Guardia Civil de quien entonces era su defendido «no tienen validez jurídica», teniendo en cuenta que fueron realizadas «sin asistencia letrada».
El proceso, en otoño
Sin embargo, el fiscal señaló entonces que la declaración ante la juez no restaba «validez» a la realizada ante los agentes. Además, se mostró partidario de que fuera «tenida en cuenta, no como declaración», sino como «manifestación espontánea».
A la espera de lo que determine el juez sobre este asunto durante un proceso de instrucción que el ministerio público desea que pueda estar concluido en otoño, el juzgado continúa practicando diligencias a través de la Policía Judicial y recabando las aportaciones de nuevos testigos.
Tras la testificación que durante apenas una hora realizaron los agentes por separado en presencia del fiscal, el abogado defensor y uno de la acusación particular, Miguel Bernal prefirió no aclarar si los tres manifestaron lo mismo. «Eso me lo reservo. Esa es una valoración que no puedo hacer ahora», comentó.