El sector ecológico duplica en cinco años su facturación, hasta 29,6 millones
Más de 530 agricultores y ganaderos y 140 industrias producen sin aditivos.
Si existe un sector donde los brotes verdes son inherentes a su propia actividad es el ecológico. Los productores de alimentos sin aditivos prácticamente duplicaron su facturación en los últimos cinco años en Castilla y León, al pasar de los 15,3 millones de euros en 2007 a los 29,6 del pasado ejercicio. Sólo en 2012 movió 3,7 millones más que en 2011, un aumento del 14%.
La radiografía estadística revela que este sector es la alegría de la huerta del sector primario. En este lustro de crisis también se ha multiplicado por dos la cifra de operadores, que cada ejercicio incorpora entre 30 y 60 nuevos inscritos en el sello ecológico. Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (correspondientes a 2012), en Castilla y León existen 677 militantes del sabor orgánico, de los cuales 535 son agricultores o ganaderos, 142 empresas transformadoras y otros seis, comercializadores.
Este joven fenómeno de lo ecológico (en 1995 sólo existía una decena de productores) dibuja desde hace dos décadas una línea ascendente en todos sus parámetros (salvo un ligero descenso por un cambio en la medición estadística) con crecimientos continuos y constantes, si bien es cierto que el sector no ha experimentado aquí el despegue definitivo que sí han registrado otras extensas comunidades como Andalucía y Castilla- La Mancha, las dos más comprometidas y prolíficas del país.
Desde el Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, el Caecyl, achacan este retraso a «la falta de apoyo de la Administración » en comparación con otras autonomías, tanto económico como técnico. «En Andalucía siempre ha habido un apoyo muy grande», ejemplifica al mencionar el «asesoramiento y formación» ofrecidas a los productores de este campo, Encarna Olmo, directora técnica de este organismo, de momento el único con competencia para emitir las etiquetas ecológicas, aunque a partir de otoño entrarán las certificadoras privadas tras una modificación introducida este año por la Consejería de Agricultura y Ganadería.
Precisamente para esta legislatura, uno de los compromisos anunciados por este departamento es la aprobación de un Plan Integral de Fomento de la Agricultura Ecológica, en el que actualmente se está trabajando, según explican desde el equipo de Silvia Clemente.
Uno de los objetivos es duplicar la superficie destinada a esta práctica agronómica en la Comunidad. De momento, esa meta va por buen camino, dado que actualmente se encuentran en conversión 10.000 nuevas hectáreas (un tercio del total), inscritas en el último bienio.
El constante alistamiento en la tropa ecológica en Castilla y León ha hecho posible que, en la actualidad, prácticamente sea posible llenar la cesta de la compra con bocados orgánicos producidos en Castilla y León (no hay que olvidar que la distribución cercana es otro de los pilares de esta filosofía).
Por cultivos, de las más de 30.500 hectáreas ecológicas existentes (ya calificadas o en conversión), destaca el peso de los cereales (más de 8.000 hectáreas), plantas para alimentación animal (4.700 hectáreas) y legumbres (4.000 hectáreas).
Esa superficie global se traduce en que durante 2012 salieron del campo castellano y leonés 24.000 toneladas de alimentos ecológicos. De ese volumen, la alimentación animal supone una tercera parte. Le siguen los cultivos de cereales y viñedos.
Este último, el vitivinícola, es uno de los sectores que más está apostando por un cultivo libre de química.
Son ya más de 2.200 las hectáreas de viñedo en certificación ecológica (que el año pasado produjeron casi 6.700 toneladas de uva para vinificación) y 42 las bodegas certificadas (sólo en 2012 se alistaron diez nuevas) y en el conjunto de España suman más de medio millar de lagares.