Del «y tú más» al «yo no quiero saber nada»
La andanada | Pedro Vicente
El pleno de las Cortes, que hoy dará luz verde a la Ley de Ordenación del Territorio consensuada entre PP y PSOE, ofreció ayer un capítulo más, el enésimo, de la confrontación entre la oposición y la Junta en torno a los pilares del llamado Estado de Bienestar Social.
Lejos del tono conciliador, casi pastueño, mantenido en anteriores plenos, el socialista Óscar López elevó ayer el diapasón de la crítica y lo hizo justamente en torno a un asunto que no es competencia de la Junta, cual es la reforma del sistema público de pensiones planteada por el gobierno Rajoy. El portavoz socialista inquiría la postura del presidente de la Junta ante lo que calificó como la «última gran mentira de Rajoy», una reforma que, según sus estimaciones, detraería del bolsillo de los pensionistas de Castilla y León alrededor de 2.000 millones de euros.
Pese a no ser la cuestión de su estricta competencia, Juan Vicente Herrera no rehuyó el debate, justificando la propuesta del Gobierno como una iniciativa imprescindible para evitar la quiebra del sistema. «Es mejor la congelación de las pensiones que su desaparición», afirmó Herrera, no sin dejar recordar que en el año 2010 el gobierno Zapatero las congeló. López contraatacó recordando que el PP se opuso a la posterior reforma pactada por el gobierno socialista con los agentes sociales y el cuerpo a cuerpo fue degenerando hacia el «y tú más» tantas veces repetido.
Por el contrario, el presidente estuvo lo más renuente a la hora de reconocer las competencias de la Junta respecto a las antiguas cajas de Ahorro, sobre cuyas vicisitudes judiciales fue preguntado por el procurador de IU, José María González . No sólo preguntado, también invitado expresamente a personarse en los procedimientos en curso ante «presuntos delitos e irregularidades» detectados en las extintas entidades de ahorro. Herrera desvió el tiro hacia el Banco de España, al que atribuyó la facultad de controlar las cajas, asegurando que las competencias autonómicas «eran extremadamente limitadas». Y en alusión a las operaciones de la antigua Caja Duero que han colocado en la picota a sus antiguos responsables ejecutivos, el presidente se encargó de dejar muy claro que ninguna de ellas «ha sido autorizada ni conocida por el gobierno de la comunidad». Tal vez éste fue el punto más débil de su argumentación, ya que la Junta no podría afirmar lo mismo respecto a los multimillonarios créditos concedidos a los consejeros de las antiguas cajas. En contraste con el rifirrafe mantenido con López, a Herrera se le notó incómodo con la pregunta de González.
Otro que tuvo que aplicarse a despejar balones de su área fue el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván , destinatario ayer de las dos preguntas del procurador leonesista, Alejando Valderas . La prolífica relación de la consejería con la fundación Cesefor y los problemas de los dos municipios leoneses de Picos de Europa fueron la munición empleada por Valderas. Mas complicado le resultó a Silván sortear el proyectil socialista sobre la situación de los aeropuertos de la comunidad. Sobre todo cuando, después de haber puesto mucho énfasis en el papel subsidiario de la Junta frente a la responsabilidad de AENA, Ana Redondo sacó a colación las declaraciones en las que Isabel Carrasco instaba al consejero a ejercer sus competencias. Puede que la procuradora no pretendiera con ello propinar un golpe bajo, pero los efectos fueron equivalentes. Sin duda para regocijo de Tino Rodríguez , quién ayer se dejó ver por el «mausoleo» parlamentario.