«Los políticos nunca se han dedicado a los jóvenes»

—Pasemos a la otra función del Ministerio Fiscal con los menores: el de protegerlos. ¿Cómo es el balance de la situación?

—El fiscal tiene la superior vigilancia y control de la actividad de la Administración en materia de protección. Yo, igual que todos los fiscales de los centros de protección. Y, como me comentaba el otro día una religiosa directora de uno de los centros de acogida, los centros siguen contando con recursos a pesar de la crisis, aunque ahora, me decía, les obligan a rellenar tantos papeles para las cosas más necesarias que parece absurdo y, además, protestaba malhumorada: «Ya no puedo comprar la leche ni el atún que sé que les gusta a los pequeños».

—Es el momento en el que realice la consabida reclamación de más medios al Ministerio de Justicia.

—En las fiscalías hemos avanzado bastante en recursos materiales y humanos, pero cada una es un mundo. Yo soy fiscal de Menores «a mayores». Me gustaría dedicarme a los menores en exclusividad. Es el legislador, el político, el que nunca ha entendido (tal vez porque los menores no votan) que dedicar esfuerzos y medios para con nuestros jóvenes es una inversión de futuro.