La Junta avala a Panrico para nóminas y plan de reestructuración
Silvia Clemente pide a los trabajadores de la empresa que no se cierre la planta.
Silvia Clemente, durante la reunión ayer con el comité de empresa de Panrico.
La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ofreció ayer al comité de empresa de la planta de Panrico en Valladolid la posibilidad de que prestar un aval financiero que permita a la empresa pagar las nóminas que adeuda a la plantilla. Este apoyo serviría además para facilitar la negociación del plan de reestructuración que la compañía plantea para retomar la actividad.
Según informó la Junta en un comunicado, Clemente trasladó a los representantes de los trabajadores el apoyo del Gobierno autonómico y les informó sobre el apoyo de carácter financiero que se puede realizar para garantizar la permanencia de la planta en Valladolid. También, explicó los planes de futuro y la nueva estrategia de la compaía, según le trasladó el pasado lunes su consejero delegado, Carlos Gila. Asimismo, la consejera expresó su confianza en que Panrico pueda ser salvada, una vez se solucionen sus problemas estructurales. La nueva dirección de la sociedad ha presentado preconcurso de acreedores y ha anunciado un plan de ajuste laboral para 1.914 empleados de toda España. Los administradores pretenden reestructurar el grupo para que vuelva a beneficios ya que acumula unas pérdidas de 710 millones en los últimos cuatro años.
Clemente comentó a los trabadores que la posible solución pasa por un proceso de negociación, dentro del actual marco normativo laboral, que permitan mantener el mayor número de puestos de trabajo posibles garantizando, a la vez, una viabilidad sostenible de la empresa. Para ello, la consejera planteó a los trabajadores la posibilidad de prestar un aval financiero «encaminado a garantizar la negociación» y el pago de los salarios que se adeudan a los trabajadores. Además, este apoyo se daría desde todos los gobiernos autonómicos donde Panrico tiene fábricas: Andalucía, Aragón, Cataluña, Madrid y Castilla y León.
El pasado año, ante la situación económica de la empresa, la dirección y los trabajadores acordaron un plan de viabilidad para garantizar la continuidad de la planta de Valladolid. La compañía se comprometió a mantener la fábrica abierta, a implantar una línea para un producto nuevo y dotar a estas instalaciones de mayor carga de trabajo. Los trabajadores, por su parte, ajustaron también sus condiciones laborales.
Carga de trabajo
En todo este proceso de negociación, la Consejería de Agricultura y Ganadería estuvo trabajando, tanto con la dirección de la empresa como con la representación sindical, con el objetivo de buscar soluciones y dotar a la fábrica de mayor carga de trabajo y evitar así su posible cierre. Además, la Consejería solucionó los problemas que existían en tres líneas de ayuda que tenía abiertas la empresa y concedió una nueva.