«La regla de oro de la financiación es la igualdad de los ciudadanos»

—Cuando era presidente le gustaba decir que la Junta tenía que coser los bordes de la Comunidad. Casi 30 años después, ¿Castilla y León tiene bien cosidas todas las costuras, tanto en los límites como en el interior?

—Hay que rematarlas. Nosotros hicimos un primer hilván, después se ha seguido trabajando un poco. Creo que hay que hacer un pespunte más fino.

— Seguimos siendo deficitarios en sentimiento autonómico.

—¿Qué sentimiento puede haber en Castilla y León cuando históricamente hemos sido abiertos y generosos con otras comunidades? Desde la contribución económica —aparte de lo que digan en otros sitios—, hasta la apertura de nuestro territorio, nuestra cultura, nuestra lengua... Entonces, en Castilla y León la temperatura de la conciencia autonómica se mide de otra manera, pero yo creo que se ha avanzado.

—Volviendo a las costuras, las que se deshilachan son las del Estado. ¿Cómo observa la deriva independentista de Cataluña?

—Es la respuesta a un fracaso anunciado. En un momento determinado, hay una manifestación que llena la plaza de Cataluña con miles de personas. Eso envalentona al presidente (Artur Mas) que, convoca elecciones y se converte en minoritario. Tenía que haberse marchado a casa. Hubo otro que tuvo que hacerlo antes, que fue Ibarretxe. Llevó su plan soberanista al Congreso, que es donde se tiene que tratar sobre la unidad de España, y se encontró con 214 votos en contra.

—¿No creerá que va a ser así de sencillo esta vez?

—No. La situación de Cataluña es otra, exige una permanente conversación política entre la Generalitat y los demas poderes económicos, sindicales, empresariles... con el Gobierno de España. Últimamente se ha abandonado este diálogo y se han atrincherado las posiciones. Es urgente establecer una buena relación, porque la situación interna en Cataluña podría enconarse.

—Con tanta reivindicación, ¿Castilla y León puede ser la pagana en la futura financiación autonómica?

—No debe ser así. Castilla y León tiene muchas razones —también históricas— para defender que la financiación de las comunidades no es de los territorios, sino de las personas. Porque, sino, desviamos el tiro. Hay un punto en el cual no se puede retroceder y es que un ciudadano, en cualquier lugar de España, debe tener derecho a las las mismas condiciones que el resto. Esa es la regla de oro por la que hay que determinar la financiación.

—¿El federalismo es la solución?

—Eso es una cuestión nominal, porque el estado de las autonomías es cuasi federal.

—Pero no llega.

—En algún caso se pasa, porque las autonomías tienen más competencias que los lander alemanes. Lo que no tenemos es una cámara como el Bundesrat en donde estén representadas todas las autonomías y puedan relacionarse entre ellas y con el Gobierno. Pero es un clamor que hay que ir hacia un estado federal. Eso significa modificar la Constitución, pero no pasa nada. El título octavo ya está cumplido.