La Comunidad sale de la recesión y consumo y producción indican «un cambio de tendencia»

Después de casi dos años en la UVI, la economía de Castilla y León recobra el pulso. En tasas intertrimestrales, el Producto Interior Bruto (PIB) creció una décima entre julio y septiembre. Es un incremento muy tenue, pero supone volver a cifras positivas por primera vez desde finales de 2011, con la salvedad de dos trimestres, donde la economía se quedó a cero.

La Comunidad sale técnicamente de la recesión, en paralelo al conjunto del país. Además, la producción «va creciendo» y el consumo de los hogares, al fin, aumenta. Estos y otros indicadores «esperanzadores» hacen pensar a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que se está produciendo ya un «cambio de tendencia».

En términos interanuales, el PIB sigue en negativo –cayó un 0,9% en el tercer trimestre de acuerdo con los datos de la Dirección General de Estadística–, pero la Junta confía en que en 2014 volverá a «números positivos».

Al tímido avance de la economía registrado en el trimestre estival han contribuido de forma decisiva la demanda interna –que avanzó cuatro décimas– y, por sectores, los servicios de mercado y la rama energética industrial, aunque «todos» han experimentado ya una mejoría, según los datos expuestos por la consejera.

El esquema se reproduce en el análisis interanual de los componentes del PIB. La demanda interna sigue produciendo un efecto resta sobre la economía, pero con menor intensidad: del 2,5% negativo del segundo trimestre pasa al 1,9%.

Del primero de sus dos componentes, el gasto en consumo final, mejoran tanto el de los hogares– desciende 3 décimas, la mitad que un trimestre antes– como el de las administraciones públicas –pasa de decrecer el 5% al 3,4%–. En cuanto a la inversión empresarial, también reduce su aportación negativa –pasa del 6,9 al 6,2%–, en especial en bienes de equipo.

Todos estos indicadores mejorarán en el último trimestre del año, para mantener esta tendencia en 2014. Así lo espera el Ejecutivo autonómico, a la luz de los primeros datos adelantados de septiembre y octubre, que proyectan un aumento de las matriculaciones de turismos en general y de vehículos de carga en particular; de importaciones de bienes de equipo y exportaciones; de aumento de consumo de gasóleo profesional; o de contención de los precios. Además, en este último trimestre se acelerará el gasto público, gracias a la inyección extra de 280 millones al presupuesto en ejecución por la revisión del objetivo de déficit o al pago de la extra a los 87.000 funcionarios. En este contexto, Pilar del Olmo manifestó su convicción en que los presupuestos de la Junta, en especial los de 2014, «van a ayudar al cambio de tendencia», gracias al ajuste de gasto «mínimo» en comparación con el de los últimos ejercicios y a la política de ayudas y avales a empresas y por el empleo.

Exportaciones moderadas

El sector exterior, la palanca del crecimiento económico durante la recesión, sigue siendo el único componente en tasas positivas, aunque modera su contribución –del 1,9 al 1,7%–, mientras las importaciones avanzan.

En cuanto al análisis del PIB por al lado de la oferta, los servicios, el sector con más peso en la economía regional, mejora una décima dentro de las tasas negativas (0,7%), un avance mínimo teniendo en cuenta que responde a los meses de verano.

Mucho mejor comportamiento experimenta la industria –pasa de restar un 3,7% al PIB en el segundo trimestre al 2,1% en el tercero–, y despegan las ramas energéticas –del -7,1% al -2,3%. El sector primario crece un 5% en términos interanuales, gracias más a la producción de cultivos que a la actividad ganadera.

Y el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a jornada completa, profundiza en el signo negativo: cae un 4,8%.