« Nunca seremos equidistantes en el compromiso con Castilla y León y su gente»

La entrega de los premios se convirtió en un «acto de gratitud debida y merecida» a los galardonados. También, de compromiso con los lectores. Merecida por el empeño de todos ellos «en apostar por esta tierra», por su «contribución vocacional a un modelo empresarial apegado a los territorios y a las personas que los pueblan» Y debida porque la sociedad de Castilla y León «sabe reconocer y ensalzar los valores que hacen de ustedes gentes singulares y paradigmas de emprendimiento».

Mensaje de gratitud que anoche lanzó el director de DIARIO DE CASTILLA Y LEÓN/EL MUNDO,Pablo Rodríguez Lago, a los catorce premiados, con un reconocimiento claro y explícito: «Su ejemplo es el mejor antídoto contra el desencanto y el desaliento que nos amenaza en estos días, ya demasiados».

Lago puso a los premiados ante su propia responsabilidad al advertirles de que en ellos se han mirado otros y que en ese «modelo de éxito ajeno a egoísmos y vanidades» se mirarán otros, un modelo, dijo, que «se fragua en el esfuerzo y el trabajo común». Los galardonados de esta primera edición de los Premios de La Posada atesoran, en palabras del director del periódico, «un rosario de viejos valores que habíamos arrinconados en el desván del desuso» y que «la realidad, cruel y tozuda, nos ha obligado a desempolvarlos».

Pablo Lago comenzó su intervención reconociendo la labor de Fernando Lázaro, director de La Posada, siempre descubriendo «un puñado de admirables historias con las que sorpendernos». A continuación repasó la trayectoria de sus quince años, destacando su intensa labor «relatando hazañas de paisanos y paisanas que tuvieron la idea, la ilusión y la determinación de emprender un proyecto apasionante en la cuna de sus raíces».

Apostó por la el compromiso con la Comunidad. «Nunca seremos equidistantes en el compromiso con Castilla y León y sus gentes..., con sus proyectos, sus demandas, sus hazañas, sus éxitos y sus reivindicaciones». Advirtió de que «no se puede permanecer equidistante entre el terrorista o el asesino y la víctima. Dejó claro que «entre la injusta, aunque legalista, libertad del criminal, siempre tomaremos partido por la memoria de Olga Sangrador yLeticia Lebrato», asesinadas por Valentín Tejero y Pedro Luis Gallego.