La Comunidad gana 40 millones con el impuesto de patrimonio

Salvo imprevisto de última hora, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, oficializará hoy en el Consejo de Política Fiscal y Financiera su decisión de regalar a las autonomías la recaudación por el impuesto de Patrimonio. Este ingreso extra representaría en el caso de Castilla y León alrededor de 40 millones de euros, según las cifras aportadas ayer por la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo.

El Gobierno lleva al menos un mes arbitrando los mecanismos necesarios para que las comunidades no tengan que devolver la recaudación por este tributo, algo que deben hacer a los dos años de vencido cada ejercicio, cuando se liquida, según determina la Ley de Financiación Autonómica.

La consejera de Hacienda, en declaraciones recogidas por Ical, explicó que este sistema de devolución es «injusto» para Castilla y León por el agravio que suponía frente a comunidades que no tenían este impuesto –caso de Madrid– o aquellas en las que su efecto era neutro, porque no se les descontaba nada. «Parece que [Montoro] va a corregir esa disfunción y no nos va a descontar lo recaudado», dijo.

De hecho, en la liquidación de 2012 que el Ministerio envió a las comunidades ya no figura ese reintegro. Tampoco como ingreso en los Presupuestos Generales del Estado.

Precisamente en el problema de los ingresos hizo ayer hincapié la consejera, durante su defensa de los presupuestos, en el debate de totalidad en las Cortes.

El 80% de los ingresos que llegan a las arcas autonómicas tienen origen no financiero y escapan al control del Gobierno de la Comunidad porque, en su mayoría, proceden del modelo de financiación autonómica.

De ahí la insistencia de la Junta por su revisión que, esta vez sí, debe hacerse conforme a «criterios técnicos de necesidades de gasto».

La consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, volvió ayer a insistir en las Cortes en la importancia de reformar el modelo para mejorar la «suficiencia y autonomía financiera» de las comunidades, que sufren un problema de ingresos agravado por tres circunstancias.

La primera es el catálogo agotado de tributos cedidos, que acusan una «intensa pérdida de capacidad recaudatoria». Por eso, justificó que la Junta tenga que mantener el mapa fiscal actual, aunque –subrayó– sin incrementar la presión para no «lesionar la incipiente recuperación».

En segundo lugar, por la «merma de transferencias finalistas» del Gobierno, crónica desde que empezó la crisis.

Y el tercero, y aquí viene la novedad, por las «decisiones adoptadas por el Estado sin aplicación del principio de lealtad». Crisis de ingresos, que ha condicionado y mucho la elaboración de los presupuestos durante la crisis.

No puso coletillas la consejera, pero basta un ejercicio de memoria reciente para encontrar ejemplos: desde la articulación del FLA, que cerró los mercados a las autonomías más saneadas, hasta los objetivos de déficit a la carta.

En su intervención para defender las Cuentas para 2014, Del Olmo señaló que «hacen compatible» la consolidación presupuestaria «con un nivel de gasto social importante».