Diario de León

José María González Coordinador de IU en Castilla y León

«No está en mente un acuerdo preelectoral con el PSOE, pero podríamos gobernar con su apoyo»

«Queremos avanzar con otras fuerzas para incrementar nuestra capacidad electoral» / «Todo se podría dar ante la perspectiva de cambiar el Gobierno; sería utópico pensar en una mayoría absoluta de IU» / «Nuestro discurso está muy distanciado del PSOE» / «Es el momento clave para que IU se haga corresponsable de los problemas de la gente»

José María González durante un momento de la entrevista.

José María González durante un momento de la entrevista.

Publicado por
RAQUEL SASTRE | VALLADOLID
León

Creado:

Actualizado:

El pasado 23 de diciembre fue ratificado por el Consejo Político coordinador autonómico de IU para los próximos cuatro años. Al frente de la formación y desde su escaño en las Cortes, José María González sigue fiel a su principio de trabajar «día a día» por los «problemas de los ciudadanos», pero admite que 2015 «está a la vuelta de la esquina» y que su organización tiene una ocasión de oro para protagonizar «el cambio».

—Ha creado una nueva Secretaría de ‘Convergencia Social y Política’. Convergencia política, ¿con quién o hacia dónde?

—Izquierda Unida de Castilla y León ha apostado permanentemente por colaborar con lo que se mueve en la sociedad. Y vamos a seguir apostando por juntarnos con sectores organizados políticamente para incrementar la capacidad de respuesta política y electoral.

—¿Está pensando ya en un gobierno de coalición?

—Estamos pensando en avanzar en el bloque social y político. Eso significa que, igual que ya hubo acuerdos electorales, en un futuro próximo pueden repetirse. En España, IU conforma un grupo parlamentario, Izquierda Plural, donde están integradas diferentes fuerzas, que antes de las elecciones llegaron a acuerdos. ¿Por qué no en Castilla y León?

—¿Entre esas fuerzas políticas estaría el PSOE de Castilla y León?

—El PSOE no tiene un objetivo político en el que pueda haber coincidencia con IU. No está en mente llegar a un acuerdo previo electoral con esa fuerza política.

—¿Qué hechos o ideas ensanchan la brecha PSOE-IU?

—Vamos a ir a los motivos más inmediatos. El artículo 135 de la Constitución no fue reformado por la voluntad del PP, sino por un Gobierno socialista con acuerdo del PP.

—La herencia del giro de Zapatero sigue pesando demasiado...

—Bueno, puedo remontarme a Maastricht. Nosotros defendemos una Europa política y social diferente, y su deriva actual tiene mucho que ver con aquel acuerdo que defendió el PSOE. ¿Eso quiere decir que renunciamos a que Castilla y León pueda tener un Gobierno de IU, apoyado por el PSOE? No.

— Me ha puesto ejemplos vinculados a la organización federal. Pero, dentro de la política que hacen los socialistas aquí, ¿hay algún pecado imperdonable a ojos de IU?

—Para los que son creyentes existe el purgatorio y los que son muy creyentes consideran que con la penitencia se ganan el cielo. Todo se podría dar ante la perspectiva de cambiar el proyecto de Gobierno en Castilla y León, y sería excesivamente utópico pensar que IU avanzara a una mayoría absoluta. Por eso digo: siempre estaremos en disposición de gobernar Castilla y León hacia la izquierda, con el apoyo de otro grupo que esté en el centro izquierda.

—¿2015 está lejos o muy cerca?

—Está a la vuelta de la esquina, pero por desgracia hay muchos problemas. Tenemos que seguir dando alternativas, generar expectativas de que la situación tiene solución y de que hacen falta decisiones políticas. Se toman en las instituciones, pero también cada día ejerciendo la democracia en la calle y con el voto.

—El PP confía en que, de aquí a 2015, la recuperación mejore los resultados que les otorgan las encuestas. ¿Cuánto más mejore la economía más se desvanecen las expectativas electorales de IU?

—Las expectativas electorales no están sobre la base del sufrimiento de los ciudadanos, sino sobre la necesidad que deben sentir de un modelo político diferente.

—La bicefalia en el PSCyL, ¿les favorece desde un punto de vista de rentabilidad política y electoral?

—(Medita) No me lo planteo. Me planteo que a la ciudadanía le llegue nítido nuestro discurso como modelo alternativo, muy distanciado de lo que el PSOE está haciendo, ha hecho y puede hacer por Castilla y León.

—Pero me reconocerá que a su favor juegan un PP desgastado por los recortes y un PSOE dividido...

—Los ciudadanos decidirán. No me gusta jugar a la lotería (risas). El futuro tiene que estar asociado al trabajo de cada día, no a la ingeniería electoral.

—Insisto, ¿no reconoce que el contexto, las dos claves que le he citado antes y la crisis del bipartidismo, les favorece?

—Sí tengo claro que éste es un momento clave para que la única fuerza política de esta Comunidad, que no tiene responsabilidad en las decisiones políticas tomadas, se haga corresponsable de los problemas de los ciudadanos.

—Para competir en las urnas, ¿qué cabeza de cartel prefiere en el PP y en el PSOE?

—Antes debo ser nominado...

—Pero eso se da por hecho, ¿no?

—(Risas) Bueno... ya veremos... No asocio tanto los nombres a la política que se hace, como que, a veces, el nombre tapa la política que se hace. ¿Juan Vicente Herrera, por su cercanía, hace una política diferente a otros compañeros del PP? No. Si hablamos de a quién prefiero para estar en la oposición a un Gobierno de IU, Herrera tendría experiencia suficiente para ser portavoz.

—Le ha dado la vuelta a la tortilla. ¿Usted quiere que Herrera repita como candidato?

—Me es indiferente.

—Y entre Óscar López y Julio Villarrubia, ¿a quién prefiere?

—(Silencio) Me es indiferente.

—Entonces, ¿en esta Comunidad ganan las siglas y no los nombres?

—Sí. Que quien preside la Comunidad durante cuatro legislaturas sólo sea conocido por el 65% de la población [barómetro del CIS], significa que el ciudadano de Brañosera puede decidir qué candidato a la alcaldía quiere, pero no a la Junta.

—Este año se ha aprobado una de las leyes más importantes para la Comunidad, la de Ordenación. Usted se quedó fuera del acuerdo. ¿Se arrepiente o con el devenir del tiempo se alegra de no estar en la foto?

—No me alegro, porque sería alegrarse de que el municipalismo vaya a sufrir lo que va a sufrir. Lo único que siento es que PP y PSOE, por las prisas de esa foto, hayan aprobado una ley que no va a servir a esta Comunidad.

—El PSOE ha puesto en cuarentena el pacto. ¿A quién se cree? ¿A López, que lo da por roto? ¿O a Villarrubia, que no acaba de decirlo?

—A ninguno de los dos.

—El pacto sigue...

—Sí. Cuando en septiembre votamos la ley, estaba claro lo que iba a ocurrir con la reforma local. Y el PP y el PSOE hicieron el acuerdo. Yo propuse en el Parlamento a los que iban a apoyar la ley que se comprometieran a plantear un recurso de inconstitucionalidad contra lo que aprobase Madrid si atacaba la ley autonómica. No se hizo en aquel momento y ahora no se va a romper. Más que en romper ese acuerdo, los partidos mayoritarios deberían trabajar porque esa ley sirva a Castilla y León.

—De hecho, la Junta ya está trabajando en el mapa de la ordenación. ¿Usted va a estar ahí?

—IU no va a dejar de fijar posición ante ningún tema que afecte a los ciudadanos. Estamos en disposición de sentarnos en cualquier silla para mejorar lo que vaya a salir en el Boletín. Otra cosa es que al final votemos o no.

—¿Apoyaría la reforma del Estatuto que planteó el PSOE para fijar un suelo de gasto social?

—Es absolutamente innecesario, cuando el grave problema de los ciudadanos es la aplicación del artículo 135 de la Constitución. Y dudamos mucho de que hubiese capacidad por parte del PSOE de ponerse de acuerdo con el PP en unos mínimos que fuesen para nosotros aceptables. Es usar la brocha gorda para evitar la transparencia de un cristal, detrás del cual el problema es que faltan recursos públicos para dinamizar económica y socialmente Castilla y León.

—La consejera de Hacienda anunciaba, en una entrevista en este periódico, que en esta reforma del modelo de financiación la Junta jugaría con la baraja política. ¿Tendrá más posibilidades de lograr un mejor modelo?

—Vamos a seguir apoyando la línea de trabajo de la Junta. Ahora bien, temo que se repita lo de los últimos 24 meses: que el Gobierno de Castilla y León va a Madrid con apoyos unánimes y, cuando vuelve, no le ha servido de nada, pero se siente muy satisfecho. No vamos a salir del acuerdo, pero demandaremos más firmeza a la consejera en Madrid.

—¿Qué tal le ha ido este curso con su compañero de bancada?

—El primer planteamiento que le hice a Valderas fue: ‘Somos una pareja obligada a dormir en el mismo colchón; no es necesario que nos amemos cada noche, pero, por lo menos, no nos arañemos’ (risas). El trabajo ha sido fructífero. Desde la discrepancia en su planteamiento sobre el territorio, pero con respeto mutuo, hay más elementos de votación conjunta que separada.

tracking