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El gasto en I+D como el de antes de la crisis

Subió un 7,5% el último año, es similar al de 2007 pero aún es un 16% inferior al techo de gasto . Las empresas tiran de la I+D al asumir el 60% del total, como en los años de mayor inversión .

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A. CALVO | Valladolid
León

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¿Un brote verde en el sufrido terreno de la investigación y el desarrollo? El sector privado autonómico tira de la I+D y en la Comunidad, tras atravesar los últimos ejercicios perdiendo paulatinamente peso y cayéndose de los primeros puestos del ranking nacional, surgen los primeros indicios positivos: el gasto en I+D en Castilla y León retorna a niveles de antes de la crisis.

Según datos del INE, en 2012 asciende un 7,51% (de 574,4 a 617,5 millones de euros), respecto al año anterior, cambia la tendencia a la baja del último lustro y se asemeja a 2007 cuando invirtió una cifra similar (621 millones de euros).

Ciertamente, las cosas no son del todo como antes. La inversión aún está un 16% por debajo del techo de gasto que se produjo en 2008, cuando ascendió a 739,9 millones, pero queda rota así una cadena de estrepitosos descensos en los últimos años y Castilla y León recupera en las tablas comparativas puestos que le eran propios antes de la sequía económica.

La Comunidad gana tres posiciones respecto al año anterior y pasa a ocupar de nuevo el quinto lugar tras País Vasco, Navarra, Madrid y Cataluña. Y lo hace mientras la media nacional desciende otro año más. Sólo Castilla y León, País Vasco y Melilla han aumentado su gasto en I+D.

Esta ‘remontada’, según los expertos, es fruto de una apuesta redoblada de la inversión privada. En años de bonanza las empresas contaban para investigación y desarrollo con un mullido colchón de subvenciones. El recorte de dinero público provocó una parálisis de la que parece salirse poco a poco ahora.

Se ha impuesto una reestructuración. Puede que las empresas no puedan asumir tantas iniciativas al tiempo y los plazos temporales para obtener resultados no sean tan largos. Pero asumen la mayor parte del gasto de aquello en lo que sí se embarcan.

De hecho, a ellas corresponden 381,8 millones de euros, el 61,8% de todo el montante anual destinado a I+D en Castilla y León, alcanzando así su segunda mayor cota y rozando los niveles de 2008 (62%), ejercicio en el que más peso tuvieron de la última década.

Obviamente, el sector público aún tiene un papel fundamental, pero disminuido. En la suma de universidades y administraciones el gasto en I+D ejecutado ha caído en sólo un año casi un 10%.

El mundo académico ha visto menguados sus presupuestos y su capacidad de deuda y esto repercute en su gasto en I+D.

Mientras en 2007 representaba el 31,9% del total, en 2012 descendió al 29,4%. Pero si se compara con cualquiera de los tres últimos años, el descenso resulta aún más evidente, pues en 2009 rondaba el 35%.

Por su parte, el gasto de las administraciones públicas de Castilla y León oscila alrededor del 9% de la inversión en I+D.

Otros indicadores hablan también del repunte general. El peso del gasto interno en I+D en Castilla y León sobre el PIB ha pasado del 1% al 1,12% en un año, volviendo al mismo porcentaje que en 2009, aunque por debajo del 1,26% de la referencia de hace media década.

Pero Castilla y León araña importancia en la radiografía nacional. El peso del gasto en I+D de la Comunidad sobre el total de España ha aumentado ligeramente, del 4,05% al 4,61%. Logra de nuevo su tercera mejor cifra desde que comenzara la crisis, que sólo superó en 2007 y 2008_(5,03%).

Si en algo se percibe la repercusión de la investigación y el desarrollo es en el incremento de personas que emplea.

Aquí entran en juego dos variables: el número de trabajadores y su peso sobre la población ocupada. Aunque el número de empleados a jornada completa en I+D ha descendido en un 1,92% –de 9.734 empleados a 9.547– a la vez ha aumentado su peso en la población ocupada, representan 10,12%, el porcentaje más alto de la última década.

El número de investigadores dedicados a I+D (5.975) ha aumentado en los últimos años, pero cae respecto al añorado 2008. Supone el 6,33% de la población ocupada, mientras que hace un lustro representaba el 6,54%.

Por otro lado, la inversión en innovación tecnológica también repunta ligeramente, pero se queda muy lejos de las cifras de hace un lustro. Los 564 millones de euros invertidos en 2012 igualan a 2006, sin embargo se alejan de los 798 de 2008 o los 803 millones de 2009.

Aunque las compañías toman el control de estas actividades, paralelamente el porcentaje de empresas innovadoras cae en la Comunidad año tras año desde 2009. Del 21,72% que representaban ese año pasa al 13,7% de este último. Muy lejos también del 23,5% de 2007.

Las que se mantienen dedican de media el 6,12% de la cifra de negocio en productos nuevos y mejorados. Mucho menos que en cualquiera de los años precedentes: en 2008, el efecto de la innovación en la facturación suponía el 16,85%.