«A los propietarios particulares habría que obligarles a conservarlo»

Ramón Pérez de Castro, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Valladolid, ve un primer aspecto positivo en esta iniciativa de Hispania Nostra: «Demuestra que crece la sensibilidad de la gente hacia el patrimonio. Muchos ciudadanos informan a la asociación del que está en peligro y realizan la petición de auxilio». «Lo primero es detectar el problema y en ese aspecto se han dado avances», opina y asegura que «las administraciones lo tienen cada vez más en cuenta y van actuando».

Sin embargo, detecta «notables bajas» en esta radiografía. «Se han centrado en bienes inmuebles y faltan muebles como pinturas o retablos». Señala ausencias de patrimonio industrial y etnográfico. «Este listado se olvida de edificios no artísticos, de conjuntos históricos como soportales y construcciones de madera. Ese patrimonio popular aún no ha entrado con fuerza ».

Cree que para lograr una mayor protección «tendrían que resolverse los expedientes de Bien de Interés Cultural abiertos desde hace décadas».

Este profesor apunta también a que en los bienes patrimoniales la responsabilidad no sólo recae sobre la Junta, «también sobre particulares». «Habría que obligarles a conservar el patrimonio aunque sea suyo».

Pérez asegura que la desaparición paulatina de comunidades religiosas hace que «cada vez se cierren conventos y monasterios, tal y como demuestra la Lista Roja, y cuando eso ocurre el patrimonio mueble suele dispersarse». Pide salvaguardarlo a través de inventarios.