700.000 euros para erradicar el sida en África

La Junta de Castilla y León se suma a la celebración hoy del Día Internacional para la Cero Discriminación por el VIH/sida, una jornada impulsada por la ONU para disminuir las infecciones por este virus y eliminar la discriminación y las muertes relacionadas con esta enfermedad. Este gesto forma parte de las políticas del Gobierno autonómico para combatir la enfermedad en países empobrecidos, a través de diferentes programas de cooperación al desarrollo coordinados por la Dirección General de Relaciones Institucionales y Acción Exterior de la Consejería de la Presidencia.

Desde hace casi una década, la Junta apoya varias acciones, en especial, en África Subsahariana. Desde hace varios años, en las convocatorias anuales de proyectos de cooperación para el desarrollo, los programas y proyectos financiados por la Junta de Castilla y León contemplan dentro de sus prioridades la incidencia de la enfermedad principalmente en África, con una especial atención a cómo afecta a colectivos tan vulnerables como las mujeres y los niños.

En este marco, desde 2006 se han apoyado nueve proyectos por un importe total de 710.407 euros. El refuerzo de estas políticas y acciones se muestra, por ejemplo, con la colaboración que la Junta de Castilla y León mantiene con la Fundación AMREF desde el año 2005 para la ejecución de proyectos de carácter integral de prevención del VIH/sida en Kenia y Tanzania. Con un primer proyecto –periodo 2005-2008-, al que la Junta contribuyó con 1,5 millones de euros, se capacitó a más de 500 profesionales sanitarios; esta capacitación y la dotación de equipamiento básico permitió que el número de establecimientos que ofrecen servicios de prevención de la transmisión de la madre al niño pasara de 8 a 185 en la zona de intervención en Kenia. Con los nuevos servicios disponibles y la celebración de campañas de sensibilización en las que recibieron información más de 125.000 personas, se logró que el porcentaje de mujeres embarazadas que accedió a hacerse la prueba del VIH, primer paso en la prevención de la transmisión vertical, pasara del cinco al 95 por ciento en ese periodo -más de 50.000 mujeres embarazadas-.

Estas acciones se apoyaron en una red de voluntariado de las propias comunidades: un total de 897 personas capacitadas que en la actualidad prestan cuidados domiciliarios a los enfermos, hacen el seguimiento de los tratamientos.