Búsqueda a 2.500 metros
Defensa contrata una empresa líder mundial en rescates en el mar para buscar a los desaparecidos del helicóptero de Canarias, entre ellos un militar nacido en Valladolid.
Objetivo: localizar los restos del helicóptero del Ejército del Aire HD-21 accidentado el pasado día 19 de marzo en aguas de Canarias. Tres semanas después, no hay pistas del lugar donde cayó el aparato del Ejército del Aire en el que viajaban cuatro militares, entre ellos el vallisoletano Carlos Caramanzana, sargento mecánico, que tiene un hermano destinado en la Base Aérea de La Virgen del Camino.
Defensa ha redoblado los esfuerzos materiales en las últimas horas con el envío del buque hidrográfico de la Armada ‘Malaspina’, que tiene como objetivo efectuar un análisis de la morfología del fondo marino, y la contratación urgente de una empresa especializada. Según fuentes ministeriales, se cree que el aparato se encuentran sumergido a una profundidad de 2.500 metros y a unas 30 millas de la isla de Fuerteventura.
Dada la complejidad y la dificultad que entraña este tipo de rescate a grandes profundidades, el departamento de Pedro Morenés ha contratado los servicios de la compañía Phoenix International Holding, referente mundial en este tipo de rescates.
Hasta la llegada de sus técnicos, el ‘Malaspina’ será el encargado de iniciar los trabajos de localización, «al objeto de reducir los tiempos y acelerar el proceso de una eventual recuperación», explican fuentes militares. El buque ‘EDT Ares’ de la compañía norteamericana tiene prevista su llegada al puerto de Las Palmas de Gran Canaria el próximo martes, 15 de abril, para integrarse en el equipo de localización.
La familia del soldado vallisoletano es originaria de Medina de Rioseco. Los cuatro militares formaban parte del Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Salvamento del Ejército del Aire y, en el momento del accidente, se encontraba realizando maniobras al este de la isla de Gran Canaria.
La tripulación del aparato, además de por Carlos Caramanzana, estaba compuesta por tres pilotos: el capitán Daniel Pena Valiño, la teniente Carmen Ortega Cortés, el teniente Sebastián Ruiz Galván y el mecánicos sargento Johnander Ojeda Alemán, el único que fue rescatado con vida.
Según el Ministerio de Defensa, la tripulación del aparato tenía mucha experiencia. «Estaba muy bien entrenada y había desarrollado con anterioridad este tipo de prácticas sin problema alguno».
La esperanza pasa ahora porque la empresa norteamericanas localice el helicóptero. Entre sus hazañas figura la recuperación de los restos y las cajas negras del vuelo 477 de Air France que en 2009 cayó al Océano Atlántico con 228 personas a bordo después de haber despegado de Río de Janeiro.
Incluso ha contribuido en la búsqueda del recientemente desaparecido Boeing de Malaysia Airlines, según fuentes militares.