Fomento acelera para terminar 90 kilómetros de autovías en 20 meses

Los tiempos de las paralizaciones y de los recortes en la construcción de autovías están dejando paso en Castilla y León al impulso de las obras en marcha. El Ministerio de Fomento tiene previsto terminar unos 90 kilómetros en los próximos 20 meses, que se sumarán a los 56 abiertos en este mandato. Para ello, el departamento de Ana Pastor ha inyectado 57,7 millones a los que se unen otros 19 para la Ronda Norte de Burgos, que continúa sin fecha. De momento la única obra nueva a la vista es la conexión de la A-62 (Autovía de Castilla) con la red portuguesa, que se contratará este año.

Las máquinas trabajan en cinco tramos de autovías y rondas de Castilla y León, con una longitud de 100 kilómetros, que están movilizando unos 70 millones. El Ministerio tiene previsto rematar en los próximos meses la Ronda Exterior Este de Valladolid y antes de que finalice el año, los 13 kilómetros del tramo Radona-Medinaceli de la A-15 (Autovía de Navarra), lo que convertirá en realidad la conexión de Soria y la capital de España a través de la A-2 (Madrid-Barcelona).

En total, la puesta en servicio de estos dos tramos añadirían 26 kilómetros a la red de alta capacidad de la Comunidad que el pasado año se amplío al finalizar las obras de 40 kilómetros en la A-15 (Medinaceli-Sauquillo), A-60 (León-Valladolid) y A-73 (Burgos-Aguilar). En conjunto, han supuesto un desembolso de 145 millones, que no están totalmente pagados, por lo que el Ministerio de Fomento tendrá que hacer frente a facturas por importe de 21,1 millones a lo largo del año.

Para 2015, año electoral, el Ministerio tiene ya previsto en su agenda abrir al tráfico los 49 kilómetros del tramo Benavente-Zamora de la Ruta de la Plata (A-66), que permitirán cerrar el eje Gijón y Sevilla. La finalización de las obras en el verano de 2015 obligará a Fomento a pagar en 2016 una primera anualidad de 29,66 millones al consorcio que ha ejecutado el proyecto, que se contrató en 2012 mediante la fórmula de la colaboración público-privada.

Los conductores podrán circular también el próximo año por los 13,7 kilómetros de la Variante de Aranda de Duero (Burgos), el único tramo de la Autovía del Duero (A-11) que se está construyendo actualmente. Además, el Ministerio prevé adjudicar «a lo largo del año» el tramo de 5,02 kilómetros entre Fuentes de Oñoro y la frontera de Portugal de la A-62 (Autovía de Castilla). Fomento, que licitó las obras a principios de año en 28,8 millones, está buscando contratista y no prevé abrir las ofertas hasta julio. Además, el plazo de ejecución es de 40 meses, por lo que no estará terminado hasta 2017 o 2018.

También encargará este año la redacción de los proyectos de los tramos Villamartín de la Abadía-Requejo (siete kilómetros) y La Veiga de Cascalla-Barco de Valdeorras (8,8 kilómetros) de la futura autovía Ponferrada-Orense (A-76), que en conjunto requerirá 1.200 millones.

A la mitad

Fomento tendrá que emplearse a fondo para poder abrir a finales de año el tramo Radona-Medinaceli de la A-15 ya que su ejecución se encuentra al 53%, con una inversión de 41,4 millones. En principio, la obra, que se contrató en 68,9 millones, terminará casi diez años después de iniciarse, poniendo fin a un corredor de 75 kilómetros, paralelo a la N-111, que garantizará las comunicaciones entre Madrid y Soria, la única capital de provincia que no está conectada a la red de autovías.

Los trabajos se encuentran en la fase intermedia, centrándose en los movimientos de tierra, construcción de las estructuras y capas inferiores de la traza. Para este año, el Ministerio ha consignado una partida de 16,2 millones de euros, a los que se unirán otros 35,7 millones en 2015 y 11,89 millones más para el año 2016.

Más de 60 kilómetros el año que viene

Fomento cortará la cita de dos tramos en 2015, poniendo en servicio más de 60 kilómetros. En verano, se abrirán al tráfico los 49 kilómetros de Benavente a Zamora de la A-66 que comenzó a construirse a principios de agosto. En los primeros ocho meses se ha invertido 31,7 millones, por lo que el porcentaje de ejecución es del 22%. El valor total de la operación asciende a 998 millones de euros (IVA incluido), ya que incluye la construcción de la vía y su posterior conservación y explotación durante un periodo de 30 años, que finaliza en 2042.

«Las obras van a todo ritmo», señalan fuentes de Fomento, tras la paralización por las intensas lluvias de las últimas semanas. Los 18 equipos, que cuentan con una plantilla de 300 personas, trabajan en la reposición de los servicios afectados por los movimientos de tierras. También, se ha iniciado la construcción de las estructuras y se están acometiendo obras de drenaje del vial, que discurrirá prácticamente ‘pegado’ a la N-630. Su inauguración evitará el paso de hasta 8.000 vehículos por siete poblaciones.

Igualmente, avanza la construcción de la Variante de Aranda con el objetivo de ponerla en servicio el próximo año. Ya se ha ejecutado un 60 por ciento, completándose los movimientos de tierra, quedando pendiente el firme y las capas de rodadura. Se trata de 15 kilómetros que permitirán desviar por un vial de alta capacidad los 8.000 vehículos que cada día circulan por la carretera N-122.

Este año el Ministerio ha presupuestado una inversión de 16,2 millones de euros, con los que dará un impulso a las obras que en conjunto supondrán una inversión de 68,5 millones. Este tramo, que ejecuta la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), fue adjudicado en 54,1 millones de euros en el pasado año 2008 con un plazo de 24 meses. Los trabajos comenzaron en marzo de 2010, hace cuatro años, por lo que terminarán con tres años de retraso.