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Publicado por
León

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«Sé que hay funcionarios de la Justicia en España con discapacidades físicas; entre ellos, algunos jueces y magistrados. ¿Por qué no se informa de si las personas invidentes podemos serlo?», se preguntaba Gabriel al hacer pública su petición en Internet.

«Yo también estoy capacitado para ejercer como juez. La tecnología, los avances en adaptabilidad para discapacitados y la asistencia de profesionales de la Justicia como el secretario judicial lo hacen posible. De hecho, en países como Brasil o Reino Unido personas invidentes como yo pueden ser juez», insistía.

«¿Por qué en España el Gobierno no dice nada? Es responsabilidad del Estado favorecer la inclusión social y la igualdad de oportunidades para personas como yo. Pero eso quiero que se estudie mi caso para saber si puedo cumplir mi sueño profesional: ser juez del sistema judicial español», se preguntaba.

La historia de Gabriel es un ejemplo de superación. Aprobó la carrera de Derecho sin repetir ningún curso y con una nota media de 7,9. «No sabía nada de que ser ciego pudiera representar un problema para ser juez en España. La verdad es que la regulación que hay actualmente tampoco cierra la puerta, es una cuestión de interpretación».

El informe favorable del consejero del CGPJ ya consideraba que no puede afirmarse que la vista sea un sentido imprescindible en las audiencias a testigos y partes, mientras que las leyes procesales conceden importancia a elementos aprehensibles a través del oído, como la evasión en las respuestas, los titubeos o las vacilaciones.

Y aunque admitía que algunas fuentes de prueba en los juzgados solo son apreciables a través de la vista –como el reconocimiento de un terreno a efectos de deslinde, por ejemplo-, estima que no es suficiente para denegar de forma tajante a los invidentes el acceso a la carrera judicial en España.

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