90 minutos: tiempo máximo para valorar, tratar y trasladar al paciente

En el Código que ayer echó a andar con su difusión, que se trasladará a los 130 cardiólogos de la Comunidad y a los 246 centros de salud, y que contempla un coordinador del código en cada uno de los 14 hospitales públicos, se fijan unos tiempos máximos recomendados para cada una de las actuaciones ante un infarto.

Estos tiempos, que eran «variables» pero «razonables», según el consejero, son de diez minutos desde el primer contacto con un médico hasta la realización de un electrocardiograma, un máximo de 30 minutos hasta la administración del tratamiento medicalizado, y menos de dos horas hasta que se realice una angioplastia -desobstrucción de las arterias coronarias- cuando esté indicada.

Según el Código Infarto de Castilla y León se establece en 90 minutos el tiempo máximo para valorar, tratar y trasladar al paciente, tras el diagnóstico electrocardiográfico, a un hospital; y en 30 el tiempo desde que llega a la sala de hemodinámica hasta que se le introduce una guía en la arteria responsable.

A juicio del consejero, los recursos cardiológicos en Castilla y León son los adecuados y habrá que mejorar en algunos casos en la productividad y en la actuación en red, con fin de que «se identifique qué es lo que debe hacer cada actor en cada momento y mejorar la atención en rapidez». El Código establece circuitos de atención desde la aparición del primer síntoma, el primer contacto médico, la actuación de los servicios de emergencia extrahospitalarios, la de los hospitales de referencia y la de los que disponen de unidad de hemodinámica.

Con este Código Infarto cuentan otras cinco autonomías.