Alberto Nadal da alas a la reapertura de Garoña pero deja la decisión al CSN
«No hay nada escrito sobre la vida útil de las nucleares», dice el responsable de Energía.
Vista exterior de la central nuclear de Garoña, en una imagen de archivo.
El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, afirmó ayer que «no hay nada escrito» sobre la vida útil de las centrales nucleares y resaltó que el Gobierno ha puesto las bases normativas para la reapertura de la planta de Santa María de Garoña, en Burgos.
Nadal respondió así en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Senado a una pregunta del senador socialista Ander Gil sobre las previsiones del Ejecutivo con respecto a la reactivación del Plan Garoña u otro específico ante el cierre definitivo de la central para ayudar a la economía en su zona de influencia.
El secretario de Estado subrayó que el Gobierno ha creado el marco normativo adecuado para que la empresa gestora de la planta tome la decisión correcta que, según dijo, es su continuidad, «no sólo por su impacto económico, sino porque es una activo energético de vital importancia para el país», informa Efe.
Recordó que el pasado 27 de mayo Nuclenor presentó la solicitud de renovación de la explotación de la central y que el 29 de mayo el Gobierno, a través de la Dirección General de Políticas y Minas, solicitó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el informe preceptivo.
Nuclenor pidió que se permita operar a Garoña hasta 2031, para lo que se requiere un informe técnico del CSN que, si es negativo, obligaría al cierre definitivo y, si es positivo, dejaría la decisión última en manos del Ministerio de Industria y el Consejo de Ministros.
Nadal insistió en que el anterior Gobierno socialista fue el que cerró la central, desoyó al CSN y creó el conflicto, mientras que el actual está poniendo las bases para que siga operando, con lo que no será preciso reactivar el Plan Garoña.
Cuestionó que la planta esté al final de su vida útil, porque «no hay nada escrito» sobre la vida útil de las centrales y rechazó que la de Garoña no tenga solución.
El senador socialista recalcó que, a pesar del compromiso electoral de 2009 del PP de mantener abierta la planta, «a día de hoy, está parada, cerrada y desconectada».
«No tienen claro ni su futuro ni las alternativas para suplir su cierre», denunció Gil García, que reiteró su demanda de un compromiso «serio y alternativo» para la comarca de las Merindades y Miranda de Ebro.
El parlamentario acusó al secretario de Estado de utilizar «mucho espejo retrovisor», en alusión a sus continuos reproches al anterior Ejecutivo socialista, e insistió en que antes o después la central acabará cerrando definitivamente.
El PP vasco se sumó recientemente a la mayoría política que se opone a la reapertura de la central y pidió por primera vez en el Parlamento Vasco el cierre definitivo de sus instalaciones. Por su parte, los populares de Castilla y León y la Junta son partidarios de su reapertura siempre y cuando se garantice por el CSN la seguridad en Valle de Tobalina y la plena viabilidad de la planta.