Una despedida poco conmovedora
La andanada | Pedro Vicente
La sesión plenaria que ayer abría el nuevo curso parlamentario en Castilla y León debía haber comenzado con la habitual pregunta del portavoz socialista al presidente de la Junta. Y de hecho así comenzó. Sin embargo, en la práctica no hubo tal pregunta, ya que Óscar López -quien este mediodía será «reelegido» senador autonómico por el propio Pleno de las Cortes- utilizó su turno para despedirse de su escaño de procurador y, por ende, de la portavocía socialista.
«Ha llegado el momento para dejar paso al futuro», dijo López en una intervención en la que, al tiempo que anunciaba su marcha, él mismo se respondió a lo que había preguntado a Juan Vicente Herrera, que no era otra cosa que las prioridades que se marcaba el presidente para el nuevo periodo de sesiones. El hasta hoy portavoz socialista recurrió a la estrofa de una conocida canción de Joaquín Sabina, «Nos sobran los motivos», para ilustrar su despedida: «Este adiós no maquilla un hasta luego/ este nunca no esconde un ojalá/ estas cenizas con juegan con fuego/ este ciego no mira para atrás». Un adiós acogido con aplausos (unos bastante más efusivos que otros) en la bancada socialista y con absoluto silencio por parte del resto de la Cámara, esto último pese a que López había extendido su gratitud al conjunto del hemiciclo.
Al presidente de la Junta no le notó nada conmovido ante la despedida del que ha sido desde 2011 su principal adversario político y parlamentario. Al punto de no modificó su guión y se dedicó a responder a la pregunta de que había sido objeto, enunciando las prioridades con las que afronta el nuevo curso, a saber, consolidar la recuperación económica, mantener al mismo nivel los servicios esenciales y culminar el proceso de ordenación territorial. Solo al final de su intervención deseó a López «felicidad personal y familiar» en su nueva etapa.
Menos aún se dieron por aludidos los dos procuradores del grupo mixto, que en ningún momento aludieron a la despedida del portavoz socialista. El leonesista Alejandro Valderas, que ayer preguntaba al presidente, lo hizo sobre el «barullo» que a su juicio están causando las sucesivas reformas legislativas superpuestas sobre la Administración Local. «El barullo y la desinformación es el suyo», le contestó Herrera, asegurando que los servicios municipales están garantizados, sin que exista mayor problema normativo.
Valderas coincidió con la socialista berciana Angela Marqués en preguntar al consejero de Educación, Juan José Mateos, sobre la aplicación de la Lomce, si bien sobre dos aspectos muy diferentes. Mientras la primera se interesó por los problemas de financiación de al reforma educativa, el leonesista se lamentó de que en el nuevo curriculo de Primaria mención alguna sobre el antiguo Reino de León, la cuna del parlamentarismo o la lengua leonesa. Pese a justificar dichas omisiones, Mateos se mostró abierto a revisar los correspondientes textos.
Donde saltaron chispas fue en el enésimo encontronazo entre el socialista Fernández Cardo y el consejero Antonio Silván, una vez mas enzarzados a propósito de los parques de bomberos en la provincia de León, esta vez en presencia de la alcaldesa de Astorga, Victorina Alonso, presente ayer en la tribuna de invitados. Mientras Cardo calificó de «un mal parche» el plan dado a conocer, Silván acusó al procurador de sembrar la alarma llevando permanentemente en el bolsillo una caja de cerillas. No hace falta aclarar que tal acusación era puramente metafórica.