Castilla y León confirma el cambio de tendencia de la economía al crecer el 1,6
La construcción y la demanda interna suben por primera vez desde el año 2008.
Pilar del Olmo, ayer, en la rueda de prensa.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León ha crecido un 1,6 por ciento en el tercer trimestre de 2014, en términos interanuales lo que, a juicio de la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, confirma el cambio de tendencia de la economía que se observa desde 2013.
Este incremento es tres décimas superior al del trimestre anterior, aunque el crecimiento intertrimestral es del 0,4 por ciento, cuando el anterior fue del 0,6 por ciento.
La consejera señaló ayer que Castilla y León crece igual que la media española pero tiene un crecimiento superior al del entorno europeo. Un crecimiento del 1,6 por ciento no se conocía en Castilla y León desde el primer trimestre del 2008, cuando subió un 2,0 por ciento para bajar al trimestre siguiente, es decir el segundo de ese mismo año al 1,2 por ciento.
Todos los sectores, excepto el primario, es decir la agricultura y la ganadería, subieron en el tercer trimestre de 2014, incluida la construcción que creció un 0,9 por ciento. También creció la industria, un 3,0 por ciento, al mismo ritmo que lo hizo en el trimestre anterior, pero de manera inferior al de primer trimestre del año, cuando incrementó su producción a un ritmo del 4 por ciento, con lo que rompe con sucesivos trimestres negativos, gracias a la aceleración de la actividad en la obra civil y al menor ritmo de contracción de la edificación residencial y no residencial.
En el sector de la industria, las ramas energéticas crecieron un 2,7 por ciento, cuando en el trimestre anterior lo hicieron al 7,1 por ciento, y las manufactureras subieron un 3,2 por ciento, superior al 1,9 por ciento anterior.
Los servicios también crecieron un 1,5 por ciento, al mismo ritmo que el trimestre anterior, y más que en los tres primeros meses del año, cuando subió un 0,5 por ciento.
En negativo
Datos negativos ofrecen la agricultura, la ganadería y la silvicultura, que cayeron un 2,8 por ciento, como consecuencia de una mala cosecha, aunque menos que en el segundo trimestre cuando el descenso fue del 3,0 por ciento. La demanda interna tuvo en el tercer trimestre de 2014 una aportación positiva al PIB del 0,4 por ciento, con lo que se ha roto la tendencia de los últimos trimestres, concretamente desde el segundo trimestre de 2008, y en lo que ha tenido un peso especial el gasto final de los hogares, que creció un 1,3 por ciento. No obstante decreció en mayor medida el gasto de las administraciones públicas, con un descenso del 3,1 por ciento frente al 2,8 del trimestre anterior. También se ha incrementado un 0,7 por ciento la formación bruta de capital, es decir la inversión, especialmente en bienes de equipo.