Atajos sin salida

L levamos un adviento aciago y sin noticias alentadoras, de esas que insuflan optimismo y propician un comportamiento social menos áspero del que venimos gastando. Y no es diagnóstico gratuito, porque resulta que nos sacudimos un susto y ya estamos con el siguiente. De fondo, el runrún sucesorio de Herrera, que estos días tiene acoquinados a los postulantes, por si la exposición en demasía acaba malogrando pretensiones. Y para animar el parloteo, se suceden crímenes, un puñado de exorcismos, la vuelta a presidio del ministro Matas y la salida del abatido Marcos Martínez. A Matas no le valió el enredo gubernamental para seguir al fresco, y tendrá que volver entre rejas segovianas, mientras Martínez Barazón pisará la calle después de su tormentosa cuarentena en Navalcarnero, un pueblo que surgió como cuña de Segovia en la frontera de Toledo.

Afrontamos el puente festivo con los peores datos de empleo posibles, perdiendo sobre los despojos. No grandes cantidades, que ya no queda mucho de donde quitar, pero sí ese goteo exasperante que va limando la expectativa de salir del pozo. El resumen es que cada vez somos menos, peor retribuidos y un poco más viejos. Lo dicen las estadísticas. Así que estamos como para coger la zambomba y ponernos a entonar villancicos. Después del palo transitorio del empleo menguante, tuvimos el tiberio del exorcismo: trece sesiones en un convento de Valladolid que dejaron maltrecha a una adolescente burgalesa. Ya está el asunto en el juzgado y en ese espacio deben sustanciarse los excesos, pero de momento los inductores se lavan las manos, alabando la profesionalidad del exorcista.

Veníamos de un fin de semana con violencia en los alrededores del fútbol. Murió un coruñés arrojado al Manzanares y ese suceso movilizó a quienes llevaban años jaleando y alimentando al monstruo. Ya hacía un tiempo que tanto fanatismo no se saldaba con muerte y la reacción no se hizo esperar. Alcanzó incluso a los policías encargados de coordinar la seguridad de los equipos con hinchas peleones. De inmediato. En cambio, el crimen de la Rondilla, donde Omar apuñaló veintiuna veces a Rosa Ana y a Fernando Jesús, se incorpora a la cuenta anual de medio centenar de víctimas, sin más consecuencias. El asesino acumulaba reiteradas denuncias y alejamientos, pero en este caso no hay ningún cese. Incluso el mismo día el jefe de policía se mostraba ufano por el descenso de incidencias en su término. Como si el país de los viejos pudiera ser a la vez el más conflictivo.

La tenida popular escuchó a Herrera el aplazamiento de cualquier decisión para cuando lo fije el calendario, ya entrado el nuevo año. Pero esa demora no tranquiliza un debate agitado por los propios populares, que incluso encargaron una encuesta desde Madrid con cinco opciones. Para mover el tablero. Luego, las previsiones electorales han ido rebajando expectativas, y al día de hoy empiezan a escucharse los ruegos de los afines para que Herrera repita al frente de la candidatura que parte como favorita en las elecciones de mayo. Aunque también machacan los partidarios del relevo, con argumentos insípidos y bastante rutinarios, como el agotamiento. Cada cual con sus faroles. Son procesiones que van a tener entretenida a la concurrencia hasta que se despeje la incógnita, en torno a San Valentín. Deshojando la margarita.