Sáez Aguado confía que el plan de Montoro evite nuevos ajustes a Sacyl
Al final del año toca cerrar el presupuesto y todo apunta a que el de la Consejería de Sanidad lo hará por encima de lo previsto. El aumento del gasto farmacéutico a través de recetas a un ritmo del 3%; el de la farmacia hospitalaria a un 8% por la incorporación de nuevos medicamentos, y el gasto corriente por el incremento de la actividad quirúrgica con medios propios tensan unas cuentas que ponen en duda que Castilla y León pueda cumplir con el objetivo de déficit, fijado en el 1% del PIB.
El hecho de que en 2014 no haya habido una inyección presupuestaria, ni se flexibilizara el objetivo como ocurrió en 2013 y que se tradujo en más de 100 millones para sanidad, no contribuyen a evitar «tensiones presupuestarias» y que el actual esté siendo un año «especialmente difícil». Lo reconocen los consejeros de Hacienda y Sanidad, Pilar del Olmo y Antonio María Sáez Aguado, y todo pese a que los datos del último mes estaban en la senda del cumplimiento y teniendo en cuenta que Castilla y León tiene una de las mejores ratios de déficit del país.
Sáez Aguado confía en el plan para la financiación del gasto sanitario que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llevará a la mesa del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se celebrará mañana martes, 23 de diciembre. La idea es ayudar a las autonomías a reducir su gasto sanitario a través de un tope de gasto en medicamentos, de modo que sea la industria la que fije el ahorro a cambio del pago puntual. Además, también se aprobará un plan vinculado a la incorporación de tecnología en los hospitales públicos.
En todo caso, el consejero defiende que el criterio de la Junta pasa por «no tocar» el núcleo esencial de la sanidad pese a las tensiones presupuestarias. «Vamos a ver cómo se cierra el ejercicio y, a partir de ahí, ver qué medidas tenemos que tomar No es fácil cumplir el objetivo de déficit por estas razones —incremento de la factura en farmacia y gasto corriente—, y, sobre todo, porque el modelo de financiación, lo he dicho mil veces, no cumple el criterio de suficiencia», sentenció.
«Este año no se ha producido ninguna flexibilización, ni un incremento presupuestario, lo que genera algunos problemas. A ello se une la propia evolución del gasto. En principio, vamos a ver cómo se cierra y cómo evoluciona el conjunto de la hacienda pública española en los temas de déficit», dijo, para confiar en que el plan de choque de Montoro suponga un balón de oxígeno para las cuentas sanitarias.