El PSOE asegura que hay más de 3.600 dependientes sin atender
Desde 2012 la Comunidad redujo el número de beneficiarios.
El portavoz socialista de Familia en las Cortes de Castilla y León, Jorge Félix Alonso, denunció ayer que Castilla y León ha dejado de atender a 3.611 personas dependientes, de las que 2.637 son grandes dependientes, desde que en julio de 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy y la Junta de Castilla y León aprobaran los «recortes» de la Ley de la dependencia en la Comunidad.
Así, censura que debido a los recortes aplicados por la Junta en las ayudas a las personas en situación de dependencia «en Castilla y León se ha reducido el número de grandes dependientes beneficiarios de la ley de dependencia, hay menos dependientes atendidos en plazas públicas y existe un especial ensañamiento con los dependientes que han optado por ser cuidados por sus familiares».
En un comunicado sostiene que con dos meses de retraso, el pasado fin de semana el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad publicaba los datos de las personas en situación de dependencia de cada comunidad autónoma, donde subraya que se puede comprobar la caída en Castilla y León del número de dependientes con derecho a prestación, siendo los grandes dependientes lo que han sufrido mayor retroceso.
El portavoz socialista destaca que los datos reflejan que debido a los recortes económicos realizados por la Junta «la prestación económica de cuidados en el entorno familiar es la que más se ha reducido, perdiendo más de 3.000 beneficiarios».
En cuanto a los servicios prestados a través de centros públicos, tales como residencias o centros de día, tal señala el representante socialista que, «los datos evidencian una reducción respectivamente de 1.590 y 1.027 dependientes mientras que se produce un incremento en la Prestación Económica Vinculada destinada a comprar una plaza de residencia o de centro de día privados».
«El incremento de usuarios del servicio de ayuda a domicilio es un espejismo, puesto que crece el número de beneficiarios pero se reduce el número de horas que se les presta». En Castilla y León han dejado de cotizar 10.861 cuidadores familiares, colectivo que ha sido especialmente castigado.