La entrada de trabajadores extranjeros sigue vedada
Sólo se concedieron 2.237 autorizaciones en 2014.
El mercado laboral español siguió vedado para la llegada de trabajadores foráneos en 2014, como consecuencia de las medidas regulatorias ante un periodo recesivo en el que se han destruido miles de empleos y a pesar del tímido avance en los datos de generación de puestos del año pasado. Los datos que maneja el Ministerio de Empleo y Seguridad Social reflejan que en 2014 se concedieron en Castilla y León 2.237 autorizaciones de trabajo a extranjeros, que representan 2.247 menos que en 2013 y 26.053 por debajo de las cifras de 2007, cuando la bonanza económica exigía ‘tirar’ de la fuerza laboral de otros destinos para cubrir la demanda.
El desplome durante estos años ha sido constante. Si en 2007 se concedieron 28.290 autorizaciones, al año siguiente descendieron hasta las 27.091, para desplomarse hasta las 12.429 en 2009, el peor año de crisis para la Comunidad. Los permisos retrocedieron aún más en el ejercicio siguiente, con 9.875, y aunque se recuperaron ligeramente en 2011, con 10.383, en 2012, con la llegada del segundo ciclo recesivo del periodo, cayeron a la mitad, con 5.784, para bajar aún más en 2013, con 4.484, y cerrar el ejercicio pasado con 2.237, bajo mínimos.
Las cifras que aporta el departamento que dirige Fátima Báñez reflejan que de los 2.237 permisos a trabajadores extranjeros contabilizados el año pasado en Castilla y León, la mayor parte, 2.101, fueron por cuenta ajena, frente a los 105 por cuenta propia. Cabe destacar también que el mayor número de estas autorizaciones correspondió a mujeres, 1.283, frente a las 954 para hombres.
El director del Área de Trabajo e Inmigración de la Delegación del Gobierno en Castilla y León, Jorge Llorente, destacó, en declaraciones a Ical, que estos datos confirman que «no entra nadie» al mercado laboral español. Llorente expresó que, a su juicio, «de momento no se va a abrir la mano» y deberán «seguir trabajando con las mismas reglas de juego» porque para invertir la situación es necesario, dijo, «un cambio normativo». «Tenemos para unos cuantos años», dijo, y recordó que «sólo podrá venir gente cuando no haya paro y sigue habiendo mucho».
Este experto de la Administración General del Estado (AGE) indicó que la situación actual en cuanto a autorizaciones de trabajo a inmigrantes es »de meseta» y la recuperación del empleo para el colectivo es «mucho más lenta» que para los nacionales. Aseveró que la crisis «ha afectado en gran manera a los inmigrantes», con una «caída en picado» en su afiliación a la Seguridad Social, que contrasta con la incipiente recuperación para los españoles. «El repunte en los datos generales de afiliación a la Seguridad Social es nacional y no extranjero», sentenció. En cuanto a los 2.237 permisos, el responsable del Área de Trabajo e Inmigración de la Delegación del Gobierno en Castilla y León indicó que una parte corresponde a la regularización de la situación de algunos inmigrantes irregulares, «cada vez menos» en una autonomía que nunca ha tenido una inmigración irregular masiva.