Garoña para por una alarma de fuego inexistente La Plataforma de hepatitis C pide el mismo trato para los presos
La central nuclear de Garoña, en Burgos, se encuentra desde el pasado jueves en estado de parada debido a la activación del sistema de detección de incendios en uno de los compartimentos, aunque desde el primer momento se confirmó la ausencia de fuego.
El aviso se produjo en el sistema en el compartimento del interruptor de alimentación de una de las barras eléctricas de 400 V, debido a una conexión dañada de uno de los conectores de control del mencionado interruptor, informaron ayer fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La brigada contra incendios de la instalación verificó la inexistencia de fuego, pese a lo cual fue desconectada la alimentación eléctrica del interruptor. La central se encuentra parada con todo su combustible almacenado en la piscina, según las mismas fuentes.
Esta incidencia, con su correspondiente parada, ha sido clasificada como de nivel cero.
La Plataforma de Afectados por la Hepatitis C de Valladolid se concentró ayer y lo hará hoy frente a las puertas de la cárcel provincial para visualizar e informar del problema que tiene la población reclusa, en la que la prevalencia de la enfermedad es del 25% y a la que no llegan los nuevos fármacos.
La Plataforma eligió el fin de semana porque es cuando más gente va de visita a la cárcel y también cuando hay más permisos penitenciarios, en un intento también de informar y concienciar sobre el problema, según detalló su portavoz, Luis Miguel Durán.
Si la prevalencia de la hepatitis C está entre el 1,5 y el 3 por ciento en la población en general, en el caso de las prisiones, y según datos de Instituciones Penitenciarias, supera el 25 por ciento. «Una cosa es que se les condene y otras que no tengan derecho a la salud», advirtió el mismo portavoz.