El imputado por la muerte de un perro tenía otros 54 hacinados
El animal apareció muerto de un disparo en una finca de Zamora tras una cacería.
La Guardia Civil de Zamora ha descubierto una explotación en la que había 54 perros hacinados al investigar la muerte tras una cacería de un perro alano español al que pegaron un tiro en la cabeza y cuya muerte se ha imputado al propietario de la finca, según informó ayer Comandancia zamorana.
La investigación de la Guardia Civil se inició a principios de este mes tras aparecer un perro muerto en un terreno cinegético en la comarca zamorana de Tábara, en el que se había organizado una cacería.
Los agentes del Seprona de la Guardia Civil comprobaron que el can había muerto de un tiro en la cabeza con un arma de caza mayor y, tras una investigación, a mediados de mes instruyeron diligencias contra un vecino de Zamora por un presunto delito de maltrato animal por la muerte del perro.
La investigación continuó tras tener conocimiento la Guardia Civil que el imputado era dueño de una reala de perros, por lo que la pasada semana se efectuó una inspección en una finca del hombre y se inmovilizaron los 54 canes que había en ella, según las mismas fuentes de la Benemérita.
La inmovilización se debió tanto a motivos higiénico-sanitarios, por hacinamiento y falta de limpieza de los canes como por falta de documentación identificativa y cartillas de vacunación de los perros y por carecer de permisos para la explotación canina.
Entre esos animales, según añadió ayer la Comandancia de la Guardia Civil en zamora, se encontraban también tres perros de razas potencialmente peligrosas que tampoco tenían documentación, según matizaron dichas fuentes.
Las diligencias instruidas han sido puestas ha disposición del Juzgado de guardia de Zamora para que actúe a la vista de los hechos.