El jurado declara culpable al acusado de matar a su exnovio
Estima probado que la forma de morir de la víctima fue con «gran sufrimiento».
El jurado popular declaró ayer culpable por unanimidad al hombre acusado de asestar doce cuchilladas y quemar cuando aún estaba vivo a su exnovio el 30 de junio de 2014 en Valladolid, en el domicilio de la víctima.
La portavoz del jurado, formado por cinco mujeres y cuatro hombres, dio a conocer ayer el veredicto tras el juicio contra J.G.M.M, que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Valladolid desde el pasado lunes.
Los miembros del tribunal consideran al procesado culpable de haber dado muerte al que fuera su pareja y estiman probado que la forma de morir de la víctima le produjo un «gran sufrimiento y dolor innecesario».
Además, los componentes del tribunal estiman probado que el procesado era de constitución física «más robusta» que la víctima y que el día de los hechos el procesado acudió al domicilio del fallecido, donde le asestó trece cuchilladas.
El jurado considera que la víctima intentó defenderse y provocó arañazos al acusado en el rostro y en el cuello y cortes en los dedos y que tras la agresión el encausado prendió fuego al cuerpo de la víctima cuando aún estaba con vida en la bañera del domicilio junto a trapos y otros materiales. Asimismo, estima probado que en el momento de los hechos el acusado padecía un trastorno adaptativo crónico de carácter mixto con ansiedad y depresión y que tenía «disminuidas ligeramente sus facultades volitivas».
Petición del fiscal
La Fiscalía mantiene su petición de veinte años de prisión por un delito de asesinato al considerarse probado que hubo ensañamiento y recuerda que se han estimado también probados los agravantes de parentesco y de abuso de superioridad así como el atenuante de anomalía psíquica. Además, el Ministerio público ha solicitado una indemnización de 50.000 euros para cada uno de los dos hermanos de la víctima.
La acusación particular mantiene su petición de 25 años de prisión por el mismo delito y se opone a que el acusado cumpla la condena que se le imponga en un centro psiquiátrico.