El pastor acusado de matar al marido de su amante dice que sólo se defendió
Comienza el juicio por la muerte de un hombre en Santa Cristina de la Polvorosa.
El principal acusado, ayer, en el juicio.
El ganadero acusado de asesinar a un hombre alegó ayer que actuó en legítima defensa cuando golpeó en la cabeza a la víctima, en un caso que se juzga desde ayer con jurado popular en la Audiencia Provincial de Zamora y en el que también se sienta en el banquillo de los acusados la pareja del fallecido.
El principal acusado, J.C.B.R., propietario de la explotación de Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora) en la que se produjo el crimen, aseguró ayer que el fallecido se abalanzó hacia él con un cuchillo cuando le golpeó con una barra de hierro en la cabeza. Además, declaró que tras la agresión intentó auxiliarle y que, tras comprobar que no respiraba, ató a la víctima de pies y manos para cargarlo mejor en la furgoneta y posteriormente le adosó una piedra al cuerpo y lo tiró a un pozo.
El ganadero relató que mató al hombre de noche, tras ver cómo agarraba del pelo y zarandeaba a su pareja, una mujer búlgara que trabajaba en su explotación ganadera. Al descubrirlo, ella aprovechó para huir a la casa próxima a la granja en la que vivía y él se enfrentó al pastor y le propinó el golpe cuando la mujer ya no estaba presente.
La viuda del fallecido, S.K.A., a la que el fiscal acusa de encubrimiento y la acusación particular de ser copartícipe del asesinato, señaló que su pareja le maltrataba desde hacía veinte años aunque nunca lo había denunciado por miedo y que la relación sentimental que inició con el ganadero fue posterior al crimen.
En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Fiscal solicita quince años de prisión para el ganadero por asesinato y tres años para la mujer por encubrimiento, y sostuvo que entre ambos existía una relación cuando se cometió el crimen.
Además, solicitó una indemnización de 100.000 euros para el hijo de la víctima, mientras que la acusación particular elevó a 120.000 euros esa indemnización y a veinte años de cárcel las penas para cada uno de los dos acusados, ya que la mujer era «la ideóloga» del asesinato, según el letrado Alberto Aldecoa.
Sin embargo, la defensa del ganadero pidió la libre absolución y subsidiariamente la condena por homicidio, ya que ha sostenido que su patrocinado actuó en defensa propia y el defensor de la otra acusada negó la participación de la mujer en los hechos.
El crimen se cometió en febrero de 2014, aunque el cuerpo sin vida no fue descubierto hasta casi cinco meses después, cuando el ganadero lo sacó del pozo, lo roció de gasolina y lo quemó, lo que hizo que las llamaradas alertaran a la Guardia Civil. La vista oral sigue hoy con la declaración de trece testigos.