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León

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La andanada pedro vicente

Sabido es que basta que la oposición pida la dimisión de un alto cargo para que éste se vea más reforzado que nunca en su puesto. La norma se ha cumplido inexorablemente con el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, cuya dimisión había sido solicitada por todo el arco parlamentario, con la lógica excepción del PP, tras la pifia de las oposiciones de Enfermería.

Veinticuatro horas después de que la oposición en bloque solicitara su cese, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, aprovechó ayer la sesión plenaria de las Cortes para manifestar su «total confianza» en el consejero. Lo curioso del caso es que no lo hizo contestando al portavoz socialista, Luis Tudanca, quién, tras poner de chupa de dómine la gestión de Sáez, le espetó a Herrera que «el consejero no tenía que estar sentando ya en ese banco». No fue durante ese cara a cara con Tudanca cuando el presidente de la Junta rechazó expresamente la dimisión solicitada por la oposición. Lo hizo en su contestación a una pregunta realizada por el portavoz de Ciudadanos, en el que éste, Luis Fuentes, aludió genéricamente, sin mencionar a nadie, a la «necesidad de asumir responsabilidades políticas derivadas de la gestión pública». «Usted no se ha atrevido a citar su nombre, pero yo le manifiesto mi total confianza en el consejero de Sanidad», contestó Herrera, dejando en evidencia la pacata intervención de Fuentes.

La sesión parlamentaria tuvo como prolegómeno la concentración, a la entrada de las Cortes, de un par de centenares de profesionales de la Enfermería que dejaron constancia del monumental cabreo causado por la suspensión de las oposiciones. Entre Tudanca y Fuentes consumió su turno el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, con una pregunta-reproche en la que denunció el desplome presupuestario de la I+D+i en Castilla y León. En su intervención, por lo demás bien fundamentada, a Fernández se le fue la mano a la hora de adornarse con citas célebres, recurriendo nada menos que a Demóstenes, Einstein y Churchill.

Al presidente de la Junta le vino de perlas la reunión mantenida ayer por el alcalde de León con el presidente de Adif para contestar la pregunta del leonesista Luis Mariano Santos sobre el «bloqueo» del proyecto de integración del ferrocarril y el «abandono» de la línea de Feve. Tras calificar a Antonio Silván de «excelente y excelentísimo alcalde», Herrera esbozó los términos del acuerdo para desmontar los argumentos de Santos, quién no obstante reiteró su escepticismo. «Hoy han hecho —dijo—lo mismo que hace cuatro años y que hace 11 meses: hacerse una foto antes de las elecciones».

Lo que no pudo desmentir el consejero de Sanidad es la pérdida de acreditaciones que viene sufriendo el Laboratorio de Salud Pública de León, otrora centro de referencia en la materia. Tras atribuir la situación a un cúmulo de circunstancias laborales, Sáez confió en que dichas acreditaciones vayan recuperándose, al tiempo que desmintió el posible «propósito oculto» expresado por Manuel Mitadiel. El procurador de Ciudadanos se había preguntado si no estaríamos ante la vieja táctica de deteriorar un servicio público para proceder después a su privatización, supuesto tajantemente rechazado por el que desde ayer resulta ser el consejero políticamente más blandido del gobierno Herrera.