El mercado chino se rinde al jamón ibérico cortado a cuchillo
El jamón ibérico, cortado a cuchillo y servido en plato, se ha hecho un hueco entre los manjares que atesora la variada y antiquísima tradición culinaria de China, uno de los mercados más exigentes pero también rentables para los productos de la dehesa salmantina y extremeña.
El hábito de comprar un jamón para consumirlo en casa ha ido dejando paso a la tendencia de adquirirlo previamente cortado por profesionales y envasado al vacío en porciones, para obtener un mayor rendimiento porque mantiene el sabor y la textura.
Esta conducta, en auge durante los últimos cinco años, ha motivado la aparición de grupos de expertos cortadores que durante la Navidad, debido al aumento de la demanda de este producto, recorren los diferentes mataderos donde se curan los jamones y pasan horas y horas encerrados para «lonchearlos» a cuchillo.
Cada integrante de estas cuadrillas de cortadores pueden reducir a cuchillo entre cinco y seis jamones ibéricos en una jornada, ya sean o no de bellota.