Sanidad suma este enero cuatro pruebas más a los recién nacidos
El programa llega a 8 tipos diagnósticos de detección precoz.
La Consejería de Sanidad incorporará este mes de enero la detección de cuatro nuevas enfermedades en recién nacidos por medio de la llamada prueba del talón, que permite conocer de forma precoz con una simple muestra de sangre si el bebé las padece. En estos momentos, el programa de cribado neonatal incluye la detección de patologías que son poco frecuentes, pero que si no se detectan a tiempo pueden producir discapacidad mental o alteraciones irreversibles en algunos órganos.
A las enfermedades de hipotiroidismo, fenilcetonuria, fibrosis quística e hiperplasia suparrenal congénita, se sumarán, a partir de enero, las de deficiencia de acil-CoA deshidrogenasa de cadena media; deficiencia de acil-CoA deshidrogenasa de cadena larga; acidemia glutárica de tipo I y la anemia falciforme.
Lo cierto es que si las primeras patologías son poco frecuentes, éstas otras aún lo son menos. Se estima, por ejemplo, que en el caso de la anemia facilforme se podría detectar un caso por cada 20 millones de personas. En las dos primeras, con un afectado por cada 250.000 nacidos, se estima un caso en once años.
La medida responde a una decisión técnica que fue respaldada por las autonomías en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y que, en todo caso, permite cuando se detecta la instauración precoz de un tratamiento preventivo que evite o disminuya las consecuencias de la enfermedad. Con este paso se avanza en el programa de detección precoz de enfermedades congénitas, para el que la Consejería de Sanidad ampliará el crédito en 400.000 euros —hasta alcanzar los 720.000 euros—, no sólo porque se amplían las pruebas, sino porque se incorporan técnicas analíticas y diagnósticas diferentes que también son mas caras.
La prueba consiste en un análisis de sangre que procede del talón de los recién nacidos, de ahí que también se conozca como prueba del talón. Es gratuita y se realiza en el hospital, una vez que los padres han expresado por escrito su consentimiento. La muestra de sangre debe tomarse a partir de las 48 horas de vida del niño y antes de las 72 horas.
En ocasiones, los profesionales pueden solicitar una segunda muestra, por ejemplo, cuando los padres tienen una enfermedad de tiroides; el recién nacido pesa menos de 1.500 gramos o la muestra es insuficiente. Los resultados, que se emiten desde el Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), asociado a la Universidad de Valladolid, se envían por carta a los padres en el plazo aproximado de 20 días.