Miles de moteros lcelebran una fiesta pasada por agua
La Fiesta la Moto estará pasada por agua, pero será un factor más, no el importante. El principal problema de los aficionados a las dos ruedas, que se siente en el ambiente, es la división. Para aquellos que han disfrutado de Pingüinos durante tantos años, la primera concentración motera de invierno, la división a la que «algunos culpables» les han arrastrado ha perjudicado a la cita. «Entre todos la mataron y ella sola se murió», espeta Ramiro, de Laguna de Duero, quien echa de menos aquellas concentraciones con casi 30.000 participantes y que en esta ocasión se quedará muy lejos de alcanzar. Un hecho al que no contribuyen las lluvias de estos días y las que quedan por llegar. «Este agua, que es muy buena para otras cosas».